Israel desoye llamados a una tregua e intensifica su ofensiva en Gaza

Bombardeos lanzados por Israel mataron hoy a más de 40 palestinos en la Franja de Gaza, en tanto que tropas tomaron por asalto el único hospital operativo en el norte del territorio, en lo que representa una intensificación de la ofensiva contra Hamas, que cuenta con renovado apoyo de Estados Unidos pese a la creciente alarma internacional.

Al menos 29 palestinos murieron como consecuencia de ataques aéreos israelíes que alcanzaron edificios de una zona residencial de la sureña ciudad de Rafah, donde se alojaban civiles desplazados de otras localidades por los combates, informó el Ministerio de Salud de Gaza.

Otros 13 palestinos murieron horas más tarde en otro bombardeo israelí en el campamento de refugiados de la norteña localidad de Jabaliya, informó la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, que citó a un funcionario del Ministerio de Salud.

Entre los muertos en los bombardeos en Rafah hubo un niño de 2 años y su hermana recién nacida, dijo el ministerio en un comunicado.

Un periodista, de nombre Adel Zoroub, también falleció como consecuencia de los ataques israelíes en Rafah, dijo la Oficina de Medios del Gobierno del movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.

La ofensiva aérea y terrestre lanzada contra Hamas tras sus ataques en Israel del 7 de octubre pasado ha matado a casi 20.000 palestinos, desplazado a unos 1,9 millones, destruido el norte de Gaza y provocado ataques contra objetivos estadounidenses e israelíes en toda la región.

Una ola de ataques a barcos en el mar Rojo por parte de los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, ha llevado a las principales compañías navieras, así como al gigante del petróleo y el gas BP, a suspender el comercio a través de la vía fluvial vital.

Estados Unidos y sus aliados lanzaron una nueva misión para contrarrestar la amenaza, pero los hutíes afirmaron hoy que seguirán con sus ataques hasta que Israel acabe «con sus crímenes», levante el asedio a Gaza y permita entrar comida, medicamentos y combustible al territorio.

Ayer, tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros funcionarios israelíes en Tel Aviv, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que “no estaba aquí para dictar cronogramas o plazos” para la ofensiva en Gaza.

Sus comentarios indicaron que Estados Unidos continuará protegiendo a Israel de crecientes llamados internacionales a un alto el fuego, justo cuando el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto votar hoy otra resolución que pide una pausa humanitaria en el ofensiva.

Austin reafirmó también que Estados Unidos continuará brindando ayuda militar vital para la operación de Israel en Gaza, que ya es una de las campañas militares más mortíferas del siglo XXI.

La ofensiva comenzó el 7 de octubre luego de que milicianos de Hamas infiltrados en el sur de Israel desde Gaza mataran a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraran a otras 240 que se llevaron consigo, incluyendo una veintena de argentinos.

Casi 19.500 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron desde entonces en bombardeos israelíes en Gaza y en combates entre soldados israelíes y milicianos de Hamas, y más de 52.000 resultaron heridos.

Israel, que ha prometido terminar con el gobierno de Hamas en Gaza y liberar a todos los rehenes, y Estados Unidos dicen que detener su ofensiva en este momento sería un regalo para el grupo islamista.

Israel culpa a Hamas de las muertes de civiles, diciendo que los utiliza como escudos humanos, pero rara vez comenta sobre ataques en particular.

Un total de 131 de soldados israelíes han muerto en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre, el 27 de octubre.

El Ejército dijo hoy que había matado a un destacado financista de Hamas en un ataque aéreo contra Rafah, sin especificar cuándo ocurrió ni si otras personas murieron o resultaron heridas.

La presión internacional para que Israel detenga su ofensiva sigue en aumento, incluyendo a la que proviene de algunos de sus principales aliados, como Francia, Reino Unido y Alemania, que el fin de semana renovaron pedidos en ese sentido.

En el Reino Unido, el Gobierno informó que el canciller británico David Cameron se reunirá con sus homólogos de Francia e Italia para presionar por un «alto el fuego sostenible» en el conflicto.

En Nueva York, en tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto pronunciarse hoy sobre un nuevo texto que llama a un «cese urgente y duradero de las hostilidades» en el asediado territorio palestino, tras varios vetos de Estados Unidos a resoluciones previas.

En Gaza, feroces batallas continuaban en el norte, donde Hamas continúa oponiendo una dura resistencia en lo que ahora es un terreno baldío, siete semanas después de que tanques y tropas israelíes invadieran el territorio.

Anoche, fuerzas israelíes asaltaron el Hospital Al-Ahli de Ciudad de Gaza, el único que sigue operativo en el norte de la región, destruyeron un muro en su entrada principal y detuvieron a la mayor parte de su personal, dijo hoy el Ministerio de Salud de Gaza.

Ashraf al-Qudra, portavoz del ministerio, dijo que el Ejército israelí convirtió otro hospital no operativo, el de al-Awda, en Jabaliya, en cuarteles para sus soldados después de detener a más de 240 personas.

No hubo comentarios inmediatos del Ejército israelí.

Sus tropas han tomado por asalto otros hospitales en toda Gaza, acusando a Hamas de utilizarlos con fines militares. El personal de los hospitales niega las acusaciones y acusa a Israel de poner en peligro a civiles gravemente enfermos y heridos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo de salud de la ONU, ha condenado los ataques a hospitales y dicho que su número no tiene precedentes en ningún conflicto reciente.

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