El ritual de la quema de muñecos en La Plata

Cada 31 de diciembre los y las vecinas de La Plata realizan la quema de muñecos gigantes, construídos por sus propias manos. Una tradición que data de, al menos, unos 70 años atrás.

Quema La Plata

Desde aproximadamente unos 70 años, los y las vecínas de La plata realizan la quema  de «momos», unos grandes muñecos que previamente fueron realizados por sus mísmas manos, meses atrás.
Existen distintas teorías sobre el origen de este ritual, pero lo cierto es que constituye una forma de unión entre las personas que no se da en ningún otro momento del año.

Decimos que hace, al menos, unos 70 años, porque la versión oficial sobre el comienzo de esta costumbre se remonta a la década del 50, cuando se levantó el primer muñeco de la ciudad, que representaba a un jugador de Cambaceres, frente al almacén de Luis Tórtora, en la esquina de 10 y 40. Sin embargo, existe otra versión que dice que la quema de muñecos en la zona es algo anterior a esa fecha y sitúa su origen en los años 30. Esta historia nos cuenta que, cuando las vecinas de la zona limpiaban sus casas para recibir visitas en las fiestas, dejaban la basura en las esquinas del barrio y, con esos materiales que desechaban, los niños armaron los primeros momos.

Quema La Plata

¿Por qué se utiliza el fuego como ritual de fin de año?

Existen dos versiones que lo explican. La primera asocia este singular ritual a las Fallas de Valencia, en el cual también se queman figuras de gran tamaño que, en general, representan temas de actualidad. La segunda lo vincula con una tradición italiana, más precisamente de la isla de Cerdeña, en la cual se realizaban las estructuras de los muñecos utilizando caña. En La Plata se encontraron antecedentes de muñecos confeccionados con esa técnica por un inmigrante italiano, por lo que no queda del todo claro de dónde surgió la inspiración inicial que dio origen a esta tradición en la ciudad bonaerense. De cualquier forma, lo que nos importa hoy es el valor que tiene para los vecinos esta costumbre que acompaña cada 31 de diciembre.

Quema La Plata

Construir para destruir
Para muchas personas puede resultar raro construir algo para luego destruirlo. El fin mismo del armado de los muñecos, que en ocasiones lleva meses de trabajo, es su destrucción final a manos del fuego. Los expertos dicen que se trata de una metáfora sobre la imposibilidad de los humanos de retener el tiempo y que tiene algunas similitudes con la celebración del Carnaval. Es, quizás, una forma de representar lo valioso de nuestra existencia, aunque sea efímera.
Para los y las vecinas de La Plata tiene que ver con el trabajo en equipo, entre ellos, para poder realizarlos, con compartir un momento entre familiares, amigos y vecínos la noche de la quema; y, con mantenewr viva una tradición que viene desde hace varios años repitiendose y que es característica de la ciudad.

La Municipalidad de La Plata, cada año, otorga premios a los mejores muñecos, pero probablemente ese no sea el motivo primordial por el cual los vecinos invierten su tiempo y su dedicación en la creación de los momos.

En su mayoría, quienes participan en la construcción de los muñecos son chicos de entre 9 y 16 años, aunque los vecinos mayores también colaboran de alguna forma, donando dinero o materiales para su confección. Según datos de la Municipalidad.

La tradición de los momos de fin de año tendrá este 2022 una novedosa característica, ya que se autorizó la instalación provisoria y por única vez de puestos de venta de comida y bebida sin alcohol por parte de los creadores para solventar gastos.

A la par, el Municipio lanzó una plataforma digital, desde la cual se puede ver el avance, la localización y contenidos de color de cada estructura.

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