Gral. López Blanco: Ni kirchenrista, ni ladero de Milani, un militar de la vieja escuela

En las últimas horas surgió una noticia que daba cuenta de una “embestida kirchnerista” que buscaba cambios en la cúpula del Ejercito Nacional. En medio de la crónica surgía el nombre del  general Daniel López Blanco como el «apadrinado de CFK» para ocupar el cargo mayor.

Lo cierto que esta nueva «mentira periodística» empaña la carrera  de un militar que, lejos de tener una mirada política afín con el oficialismo y ser “ladero” del ex jefe del Ejército, el general César Milani, sustenta su irreprochable carrera en la milicia en su idoneidad, respeto y honestidad.

López Blanco arribó a la Casa Rosada como Jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», cargo en el que estuvo entre 2012 y 2015.

Claro que antes de poder ocupar tan alto cargo, pasó por varios escalafones en las FFAA, fue parte de la Secretaría General del Ejército, Jefe del Regimiento de Tanques y Subdirector de la Dirección de Remonta y Veterinaria del Ejército, entre otros cargos.

Actualmente es el segundo jefe del Ejército, detrás del general Guillermo Olegario Pereda, siendo su anterior cargo la comandancia de la Primera División de Ejército con asiento en Curuzú Cuatiá,

Para poder “explicar” esta factible (y falsa por cierto) “jugada política” en la que involucran como “mentora” a la actual vicepresidente Cristina Fernández, entra en escena el Senador Parrilli, quien fuera secretario de la Presidencia en 2015 y luego jefe de la AFI, época en la que el militar apuntado ejercía su liderazgo del cuerpo de Granaderos. Sería el funcionario entonces el responsable (siempre según el falso informe divulgado por los medios hegemónicos) quien estaría desarrollando una estrategia que el Gobierno pueda manejar el ejercito y reactivar el FONDEF (el millonario fondo creado para reequipar las deterioradas fuerzas armadas).

Incluso argumentan que otro “punto en común” entre ambos, subyace en que López Blanco trabó buenas relaciones con Carlos Zannini, entonces secretario de Legal y Técnica y hombre de máxima confianza de la ex presidenta. Hoy Procurador del Tesoro.

Lo cierto es que el actual segundo de las FFAA logró su formidable carrera sin necesidad de vínculos políticos. Lo hizo en base a su excelencia como militar y primero en promoción. Quienes conocen los entretejidos militares entienden, de sobra, que para ser Jefe de Granaderos no alcanza ser “amigo de”, sino que tan importante honor se alcanza únicamente con profesionalismo, entereza y capacidad. Ítems que Blanco cumple con creces.

En este sentido, la «Asociación de Granaderos Reservistas de la República Argentina», recuerda el paso del General con merecidos elogios: “Durante sus cuatro años supo dirigir los destinos del Regimiento con ubicuidad, profesionalidad y responsabilidad, demostrando sus capacidades y dones de mando”.

Palabras que decoran una carrera militar sin procedente. Por ello, como reza el título de la presente crónica, lejos de ser “kirchnerista” o “ladero de Milani”, el General Blanco es, sobre todo, un integrante de las FFAA de la “vieja escuela”, de esos que no abundan y que enaltecen a un Ejército muchas veces bastardeado y escasamente honrado.

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