Como fue que la bandera argentina salvó la vida a un soldado herido en la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto devastador que involucró a naciones de todo el mundo, dejando un legado de valentía, sacrificio y heroísmo. En medio de este caos, surgen historias que destacan la resistencia y la esperanza en los momentos más oscuros. Una de estas historias es la del caporal Alejandro Foy, un soldado franco-argentino cuya vida fue salvada por un símbolo de su patria: una pequeña bandera argentina.

La batalla en la que se desplegó este acto de coraje y supervivencia fue la Primera Batalla del Marne, que tuvo lugar en septiembre de 1914, apenas dos meses después de que estallara la guerra. Las tropas francesas se enfrentaron al poderoso ejército del Kaiser Guillermo II, que avanzaba hacia París con la intención de conquistar la capital francesa.
Entre los valientes soldados que lucharon en esta contienda se encontraba Alejandro Foy, un argentino de ascendencia francesa que servía en el I Regimiento de Suabos del ejército francés. Foy llevaba consigo una pequeña bandera argentina, adornada con los colores albicelestes y tres sellos azules atribuidos a su regimiento. Esta bandera no solo era un símbolo de su identidad nacional, sino también un amuleto de la suerte que lo acompañaba en los campos de batalla.

Bandera argentina utilizada por el soldado Alejandro Foy como un amuleto de la suerte.

Durante los intensos combates en Chambry, una pequeña comuna al norte del río Marne, Foy resultó herido y quedó tendido en el suelo. En un acto desesperado por sobrevivir, alzó su bandera como señal de auxilio. Afortunadamente, su gesto fue avistado por personal de la Cruz Roja, quienes lo rescataron y le brindaron atención médica. La bandera argentina se convirtió así en un símbolo de esperanza y salvación en medio del caos de la guerra.

Postal de un grupo de soldados franceses, donde se puede observar la bandera argentina de Foy.

Esta reliquia histórica, que jugó un papel crucial en la vida de Foy, se encuentra ahora en el Museo de Armas de la Nación, en el barrio de Retiro, Buenos Aires. Con sus 65 centímetros de largo y 39 centímetros de ancho, la bandera es un testimonio tangible de la participación de argentinos en la Gran Guerra y un recordatorio de la valentía y el sacrificio de quienes sirvieron en ella.

Museo de Armas de la Nación ubicado en el Círculo Militar en el barrio porteño de Retiro.
Vicente Almandos Almonacid

La historia de la bandera de Foy es solo una de las muchas historias poco conocidas de argentinos que participaron en la Primera Guerra Mundial. Uno de estos héroes fue Vicente Almandos Almonacid, oriundo de La Rioja, quien se enlistó como piloto militar en la Legión Extranjera Francesa y realizó valiosas misiones de bombardeo contra las fuerzas enemigas.

Además de los soldados en el frente de batalla, hubo argentinos que contribuyeron a los esfuerzos sanitarios en Francia. La comunidad argentina en París donó vehículos, ambulancias y equipamiento médico, mientras que médicos argentinos como Enrique Finochietto y Pedro Chutro prestaron servicios en hospitales de guerra, salvando vidas y siendo reconocidos por su valiosa labor.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *