Argentina construye el primer centro de Protonterapia de América Latina

El Centro Argentino de Protonterapia (Cearp), primera experiencia de América Latina en el desarrollo de esta tecnología que permite un tratamiento contra tumores que solo se realiza en 20 países del mundo con mayor precisión y menos efectos secundarios que los rayos tradicionales, espera recibir a sus primeros pacientes en 2024 y funcionar a plena capacidad durante 2025.

El Cearp es una iniciativa de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) junto a la Universidad de Buenos Aires (UBA), que administrarán la institución a través de la fundación que fue creada esta semana para estar a cargo de la puesta en marcha, operación y gestión del centro, tanto del equipamiento como de las prestaciones asistenciales y de las actividades de investigación y desarrollo en terapias con partículas.

Gustavo Santa Cruz y Marcos David Pereira mdico onclogo del Instituto Roffo Foto Pepe Mateos

El Complejo ocupa un edificio de unos 8 mil metros cuadrados en un predio del barrio porteño de Agronomía sobre la avenida Nazca, a pocos metros del actual Instituto de Oncología Ángel Roffo, de la Universidad de Buenos Aires (UBA), un lugar de referencia nacional para el tratamiento de pacientes con cáncer y cuyos profesionales participaron desde los inicios del proyecto asesorando sobre las necesidades del sector.

El centro, construido por Invap, consta de dos sectores, uno de radioterapia convencional, pero con tecnología más sofisticada, cuya obra está concluida en un 95 por ciento y se estima estará operativa antes de final de año; el otro sector es el de Protonterapia, que tiene un avance del 77 por ciento de la obra

El centro, construido por Invap, consta de dos sectores, uno de radioterapia convencional, pero con tecnología más sofisticada, cuya obra está concluida en un 95 por ciento y se estima estará operativa antes de final de año; el otro sector es el de Protonterapia, que tiene un avance del 77 por ciento de la obra.

El gerente de Área Aplicaciones Nucleares a la Salud de la CNEA, Gustavo Santa Cruz, afirmó que «la protonterapia se considera la forma más avanzada de radioterapia que utiliza haces de protones para el tratamiento de cáncer porque permite concentrar la entrega de la dosis terapéutica en el volumen tumoral, reduciendo los efectos secundarios sobre tejidos sanos».

Desde el punto de vista radiobiológico los protones, especialmente al final de sus trayectorias (zona del tumor), pueden generar una gran cantidad de daño complejo en el ADN de las células tumorales, mucho mayor que el causado por fotones o electrones, siendo la habilidad de la célula para reparar dicho daño mucho más limitada.

Todas las actividades de investigación, de formación de recursos humanos o de entrenamiento orientadas a la clínica podrán ser llevadas a cabo en condiciones directamente aplicables al contexto terapéutico, siendo uno de los pocos centros en el mundo que poseerá una sala con un haz independiente e idéntico al utilizado en las salas clínicas.

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