Chile| Aprobación en comisión en Diputados para postergar las elecciones

La Cámara de Diputados de Chile se encaminaba a discutir este martes por la noche o entrada ya la madrugada el proyecto que vuelve a aplazar las elecciones de convencionales y gobernadores, que iban a realizarse el 10 y el 11 de abril, en busca de frenar la suba de contagios de coronavirus, iniciativa que ya había logrado la aprobación en comisión, aunque se discutían todavía algunas otras modificaciones.

El debate en las comisiones de Gobierno Interior y Constitución llevó varias horas y ni siquiera hubo acuerdo total en algunos puntos, por lo que el texto recién podría entrar al plenario de Diputados ya entrado el miércoles, atento al apuro del Ejecutivo para sancionar el proyecto.

El interés del gobierno quedó claro con la presencia en la discusión en comisión de los ministros de Interior, Rodrigo Delgado, y de Salud, Enrique Paris, y del secretario general de la Presidencia, Juan José Ossa.

En el proyecto en debate el presidente Sebastián Piñera dio cuenta de una serie de argumentos sanitarios para justificar el pedido de postergación y señaló que «sin perjuicio del exitoso y rápido proceso de vacunación masiva», durante las últimas semanas se produjo un incremento en los casos diarios activos de Covid-19, por lo que la pandemia «aún representa una amenaza y un riesgo para la salud de las personas».

En comisión se aprobó la fecha de 15 y 16 de mayo para la elección de alcaldes, concejales, gobernadores y convencionales programadas, aunque algunos legisladores dejaron entrever sus dudas de que el cuadro sanitario sea a mediados de mayo muy diferente al que espera registrarse a mitad de abril.

El socialista Marcelo Schilling, incluso, propuso que los comicios se muden al tercer domingo de noviembre, pero su idea fue rechazada.

La discusión resolvió también que las eventuales segundas vueltas de las compulsas de gobernadores regionales sean el 13 de junio (el Ejecutivo había propuesto el 4 de julio, junto a las internas presidenciales) y que las autoridades electas asuman el 14 de julio.

También se votó prorrogar el mandato de alcaldes y concejales hasta el 28 de junio de 2021, día en que asumirán los nuevos jefes comunales y concejales electos, según informaron en sus sitios los diarios El Mercurio y La Tercera.

Hubo dos puntos muy controvertidos, que no terminaban de ser zanjados: por un lado, la situación de los alcaldes que estaban suspendidos en sus funciones porque buscan la reelección y, en consecuencia, estaban en campaña proselitista; y, por otro, qué pasará con la propaganda electoral en este nuevo lapso hasta los comicios.

Todo el debate sobre la fecha de votación fue motivado por el alza en el número de contagios de Covid-19 (entre 6.000 y 7.000 cada jornada en los últimos días), aún cuando siete de cada 10 chilenos se encuentran en cuarentena desde el pasado sábado. El 95% de las camas de cuidados intensivos están ocupadas.

El texto del gobierno para defender la postergación insistió en que se deben “seguir tomando todas las medidas de resguardo y autocuidado necesarias para proteger la salud de los chilenos y chilenas».

La decisión de Piñera, con todo, no terminaba de convencer plenamente al oficialismo, que en su mayoría se oponía a la idea de correr las elecciones por las implicancias que tiene para los candidatos.

Algunos dirigentes de la coalición oficialista Chile Vamos expresaron su sorpresa por la fecha escogida por el mandatario, ya que mayo no había estado sobre la mesa como propuesta en las conversaciones, además de que causó reparos en el espacio la falta de detalle inicial en torno a los contenidos de la modificación para las campañas y su financiamiento.

Sin embargo, aunque en privado algunos representantes del sector dejaron ver su incomodidad, la decisión fue mayoritariamente respaldada en público, informó el diario El Mercurio.

«Se ha tomado una decisión fundada en consideraciones sanitarias y creo que no es momento para generar aprovechamientos ni cálculos políticos», dijo el titular de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya.

La idea es que el texto tenga un tratamiento veloz, y pase de una cámara a la otra, de modo que el jueves pueda estar listo para su promulgación por parte del Gobierno.

Pese a este camino eventualmente allanado, las críticas opositoras al proyecto estallaron desde su anuncio por cadena nacional, el domingo en la noche.

El ex candidato a la presidencia, fundador del Grupo de Puebla y del partido País Progresista (PRO), Marcos Enríquez Ominami, dijo que el anuncio de Piñera constituye una profundización de «un cronograma institucional que definitivamente es un desastre», por el nutrido calendario de elecciones que los chilenos tendrán a lo largo de 2022 y 2023.

Este cronograma, argumentó, incluye en noviembre la elección de un presidente «en nombre de una antigua Constitución, fenecida, de un antiguo Chile que tendrá un presidente electo que asumirá en marzo (2022) esperando que en la Constituyente produzca una nueva Constitución que se ratificará en otro plebiscito en el 2022. Es un gran error».

El presidente del Colegio de Profesores de Chile, Mario Aguilar, una de las figuras que integra la Mesa de Unidad Social, catapultada por el estallido social de octubre de 2019, por su parte, consideró necesaria la postergación de los comicios, por recaudos sanitarios.

Aclaró, sin embargo que la situación que obliga a este corrimiento viene de «la irresponsabilidad del Gobierno, que es la que nos ha llevado a esta situación».

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