Adolfo Rubinstein cuestionó a La Cámpora por “el aprovechamiento político tan burdo”

El ex ministro de Salud Adolfo Rubinstein cuestionó “el aprovechamiento político tan burdo que está haciendo La Cámpora” al invitar a los ciudadanos con mesas en la vía pública en la provincia de Buenos Aires a anotarse para recibir la vacuna Sputnik V.

En diálogo con La Once Diez / Radio de la Ciudad, resaltó que “están salteando a las estructuras sanitarias provinciales, que vacunan desde siempre” y afirmó que “está en el ADN de muchos de estos grupos sectarios, fanáticos y autoritarios que confunden el rol del Estado, el rol del Gobierno y lo que es un partido”. “Ellos confunden todo: no hay fronteras entre Estado, Gobierno y partido. Esto es un sello de agua de los gobiernos autoritarios”, enfatizó.

Asimismo, también criticó la vacunación de intendentes bonaerenses, algo que consideró que “es una vergüenza”. Para Rubinstein, “está muy bien que se vacunen el Presidente y el ministro de Salud, son signos ejemplificadores que de algún modo brindan confianza a la sociedad”, pero “que se vacunen intendentes, que además he visto algún intendente, como el de Miramar, que son jóvenes, que no forman parte de ningún grupo de riesgo, es vergonzoso, sobre todo con la restricción de vacunas que tenemos, es absurdo”.

Para el ex funcionario, estos episodios “tienen mucho que ver con la pérdida de valores que estamos observando día a día”. “Son síntomas de mucha decadencia de valores”, opinó.

Por otro lado, Rubinstein se refirió a la situación de los derechos humanos en Formosa y aseguró que “los centros de aislamiento se parecen más a centros de detención, no clandestinos, como dijo Pietragalla, no necesitan ser clandestinos, pero sí son centros de detención, donde mezclan casos positivos con casos estrechos”. “Hay que respetar las libertades públicas. No es un Estado policial, esto no es China. Eso es lo que no se llega a entender acá”, aseveró, y planteó que las del gobierno de Formosa “son prácticas autoritarias que hay que desterrarlas, no tienen cabida en democracia”.

Para Rubinstein, “acá lo que hay es un aprovechamiento político de la situación epidemiológica”. Además, destacó que estas políticas tienen “cero criterio epidemiológico” porque “no podés mezclar a los casos positivos con los contactos estrechos”.

Por último, afirmó que “la segunda ola va a ser en abril o mayo, cuando empiece el otoño, cuando empiece el frío y la gente empiece a estar en espacios interiores menos ventilados”. Anticipó que “el impacto de la vacunación probablemente no sea antes de fin de año o comienzos del año próximo”. E hizo hincapié en que mientras tanto hay que “seguir promoviendo no solo la concientización sino también el uso del barbijo y el distanciamiento social”.

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