Varias localidades superaron brotes de coronavirus con reacciones rápidas y controles

Los recientes brotes de coronavirus registrados en las provincias pudieron ser superados a tiempo por la rápida reacción de las autoridades que implementaron controles y testeos junto al plan DetectAr, tras lo cual admitieron que se mantienen «en alerta constante».

Los contagios en ciudades que no tenían gran cantidad de casos se dispararon luego de reuniones o fiestas clandestinas en la que los participantes admitieron haber compartido brindis, rondas de mate y luego se diseminaron cuando regresaron con sus familias o a sus trabajos.

A principios de junio, la ciudad entrerriana de Colón sufrió uno de los primeros brotes de coronavirus de la provincia con unos 25 casos en 12 días, situación que fue recordada por el intendente José Luis Walser como «muy difícil» porque «se aislaron 120 personas pero con constancia y una reacción a tiempo y rápida se controló».

«Así, aprendimos que hay que estar un paso adelante, prever las situaciones y en alerta constante, por eso no hubo altibajos y hay un solo caso activo», dijo el intendente.

Tras destacar el «trabajo en conjunto con fuerzas de seguridad y los actores sanitarios», apuntó que los protocolos de acceso a la ciudad «se actualizan todo el tiempo y cuenta con una app, test sanitarios y un arco de desinfección para los autos».

Córdoba a fines de junio tuvo su brote más importante en la zona del Valle de Traslasierra, donde luego de detectarse el primer caso positivo tras 3 meses de pandemia, se multiplicaron los contagios hasta llegar a 180 en pocos días.

La situación se dio por el ingreso de 3 operarios de Buenos Aires para realizar arreglos en un cajero automático que dieron positivo y se agravó con sucesivos contagios en una región que de fase 5 debió retroceder hasta el más estricto aislamiento, solo con actividades esenciales.

Luego de más de 40 días, bajó la curva y la zona comprendida entre las localidades de Villa Dolores, Villa Las Rosas, San Javier, Villa Sarmiento y otras entre los departamentos San Alberto y San Javier, volvieron a la habilitación de actividades y a la fase 5.

En Río Negro «hubo muchos lugares que pasaron por momentos de gran cantidad de casos positivos, por ejemplo en el Valle Medio, en General Conesa, en Bariloche y General Roca», dijo a Télam Mercedes Iberó, secretaria de Políticas del Ministerio de Salud provincial.

«Si bien ahora existe un amesetamiento de casos positivos que es alto y en general se trabaja mucho con la comunidad, se buscan los contactos estrechos que puedan tener síntomas, aunque hay diferencia entre una ciudad chica y una grande, porque donde hay pocas personas uno puede saber si alguien se quedó en su casa o no», agregó.

El ministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich, ponderó la situación en la cordillera que «tuvo muy pocos casos, en su mayoría importados, y se mantiene con un buen nivel de respuesta a los requerimientos de cuidados que tiene una explicación con la traumática experiencia del pasado con el brote de hantavirus», declarada en noviembre del 2018.

Puratich recordó que «en Chubut fue el primer lugar donde se practicó el aislamiento en las viviendas cuando se declaró el foco de hantavirus» con epicentro en Epuyén, que luego se extendió a otros lugares con 11 muertos, 34 casos positivos y 142 personas que debieron permanecer en cuarentena.

La mayoría de los afectados fue asistida en el hospital de Esquel, por lo que «todos, desde esa ciudad cabecera hasta la localidad más cercana al límite con Río Negro que es Lago Puelo, se adaptaron a las medidas de cuidado y eso está presente hoy como una especie de memoria colectiva».

En Mendoza, donde hubo 23.860 casos positivos y 288 fallecimientos, el contagio de un empleado de una bodega, que organizó una fiesta clandestina, generó un rebrote de 10 contagiados en Maipú y encendió todas las alarmas.

En ese encuentro, de acuerdo a las investigaciones, no se respetaron las normas mínimas de bioseguridad, circuló la denominada «jarra loca» y uno de los contagiados admitió haber compartido una cerveza «tomando del pico» con el hombre del «caso 98».

Otros dos infectados que participaron de la fiesta, un empleado de una pizzería y una mujer que trabajaba en una cervecería, obligaron a clausurar preventivamente esos locales, y a aislar a más de 100 personas.

En Santiago del Estero, los contagios «continúan en niveles sostenidos» en los departamentos Capital y La Banda, donde se detectaron más de 2.500 casos positivos, de un total de 3.492 casos acumulados en toda la provincia.

Ante ello, la provincia anunció que mantenía «todas las medidas preventivas, sin restringir ni habilitar nuevas actividades», por lo que allí se puede circular sólo de 8 a 18, no hay transporte público, ni reuniones sociales.

Días atrás, uno de los hechos generó el aislamiento de 14 familias en la capital santiagueña fue una fiesta clandestina en el barrio San Germés, de la que participaron 14 jóvenes sin ningún tipo de prevención social.

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