Qué síntomas tuvo la primera mujer en recibir hace un mes una vacuna contra el coronavirus
Jennifer Haller, de 43 años, ejecutiva de una pequeña compañía tecnológica, fue la primera voluntaria que recibió hace 28 días una vacuna experimental contra el coronavirus. El 14 de abril le aplicaron la segunda dosis de un tratamiento que durará hasta la primavera de 2021.
Jennifer se mostró contenta por formar parte de la investigación. «Todos nos sentimos muy indefensos. Esta es una gran oportunidad para hacer algo«, dijo.
Ella es parte de una serie de estudios que los científicos necesitarán para demostrar si las vacunas son seguras y funcionan. Incluso si la investigación fuera exitosa, la vacuna no estaría disponible para su uso hasta dentro de 12 ó 18 meses, según dijo el doctor Anthony Fauci, del Instituto Nacional de la Salud en Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Esta posible vacuna, conocida con el código mRNA-1273, fue desarrollada por el NIH y la compañía biotecnológica Moderna Inc., con sede en Massachusetts. Los especialistas aseguran que no hay posibilidad de que se contagien los participantes porque las vacunas no contienen el coronavirus en sí.
No es la única posible vacuna en carrera. Decenas de investigadores en el mundo se apuran para crear una vacuna contra el Covid-19. Se prevé que otra candidata, elaborada por Inovio Pharmaceuticals, comience el próximo mes sus propios estudios de seguridad en Estados Unidos, China y Corea del Sur.
La vacuna experimental, llamada mRNA-1273, ya había sido probada en animales, pero por primera vez se iba a administrar en seres humanos, por lo que se eligió un grupo de 44 personas en los Estados Unidos.
Desde luego, al ser experimental, su aplicación implicaba algunos riesgos, algo que la familia de Jennifer Haller y amigos temieron, aunque nunca dejaron de apoyarla y sentirse orgullosos de que formara parte de este estudio.
Uno de estos riesgos era que Jennifer podría ser más vulnerable a contraer COVID-19. Sin embargo, no portaría directamente el virus, ya que la vacuna no fue diseñada de esa manera.
Para poder llevar a cabo la prueba de esta vacuna contra el coronavirus, Haller tuvo su primera aplicación el pasado 16 de marzo y la segunda aplicación llegó 28 días después.
Durante dos semanas, la mujer tuvo que llevar un registro de sus síntomas. El primero fue un leve aumento de temperatura.
“El segundo día me dolía mucho el brazo. Pero eso fue todo, todo estuvo bien después de eso. Fue tan fácil como una vacuna común contra la gripe”, señaló al medio inglés.
A pesar de que sus síntomas fueron leves, Haller será monitoreada durante un año para comprobar la efectividad de la vacuna y los posibles efectos secundarios.