Quien confirmó y dio el aval para que los diputados cobren casi el doble de su salario actual fue el titular de esa cámara, Martín Menem, cuya decisión podría abrir un nuevo frente de tormenta interno en el oficialismo tal como ocurrió cuando la vicepresidenta Victoria Villarruel autorizó un aumento para las y los senadores nacionales.

“Tenemos que acompañar la situación de la sociedad”, dijo Menem durante un contacto con la prensa acreditada en el Congreso, al ser consultado sobre ese tema.

El aumento de casi el doble no obstante es ostensiblemente menor al que cobra un senador de la nación, que en la última disposición paso a cobrar alrededor de 8 millones de pesos brutos.

Por un poco más o por un poco menos, el incremento salarial está por encima del porcentaje promedio de inflación que el Gobierno utiliza como guía para las paritarias y –lo peor- va a contramano del discurso del presidente Javier Milei respecto de los salarios de funcionarios públicos y legisladores.

La decisión fue anunciada por el titular de esa cámara minutos antes de que comience la sesión especialidad para analizar la fórmula de movilidad jubilatoria, impulsada por el radicalismo y para rebatir la suspensión del Fondo de Incentivo Docente (Fonid) para refinanciar a las universidades nacionales, a pedido del bloque de Unión por la Patria.