Ecuador| Estallaron dos coches-bomba en Quito (video)

Quito vivió entre la noche del miércoles y la mañana del jueves una inusual serie de ataques con granadas y dos coches-bomba explotaron frente a sendas sedes del organismo que gestiona las cárceles, en lo que aparenta ser una nueva muestra del poder de las organizaciones criminales que protestaron de esa manera por las continuas requisas en las prisiones, que dieron paso además a motines y retenciones de agentes por parte de los reos.

Los ataques, que comenzaron en la noche del miércoles en una zona comercial de Quito, no dejaron víctimas pero generaron un marcada alerta, sobre todo el estallido de los dos coches bomba, un sedán y una camioneta.

Los vehículos, que cargaban cilindros de gas, explotaron frente a la actual sede principal del Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) en un caso y frente a oficinas de la misma dependencia, en el otro.

El director de Investigación Antidrogas de la policía, el general Pablo Ramírez, dijo a la prensa que el sedán tenía «dos cilindros de gas con combustible, mecha lenta y aparentemente tacos de dinamita».

El sitio Primicias da cuenta de otras dos explosiones en El Oro, aunque sin mayores precisiones, y señala que para analizar los ataques el llamado Frente de Seguridad se reunió en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, aunque sin el presidente Guillermo Lasso, que cumple actividad en el interior del país.

Seis personas, entre ellas una de nacionalidad colombiana, fueron detenidas a varios kilómetros del sitio de una de las explosiones, de acuerdo a Ramírez.

Tienen antecedentes por extorsión, robo, asesinato y están presuntamente vinculados al ataque, añadió.

La capital ecuatoriana parecía exceptuada de la guerra no declarada entre bandas del narcotráfico y las autoridades, pero las explosiones de este jueves abren un nuevo panorama.

Quito nunca había vivido estallidos de autos, aunque sí hubo atentados con explosivos en dos oportunidades, 1982 y 1984, en este último caso con dos policías muertos como saldo.

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