La extensa campaña electoral de 2023 tendrá muchas escalas

Es un lugar común entre los que van a ser candidatos decir que no es el momento de hablar de candidaturas, «que todavía falta mucho». Sin embargo el año electoral tiene un calendario muy estricto con fechas clave para las que no falta tanto.

Por eso las campañas empezarán a desplegarse con fuerza máxime teniendo en cuenta que el federalismo extremo en materia política que tiene Argentina hará que muchas provincias elijan a sus autoridades antes que las nacionales.

El primer mojón relevante es el 14 de junio cuando vence el plazo para el reconocimiento de alianzas; diez días después, el 24, será el momento de la oficialización de las candidaturas y se da comienzo formal de la campaña para las PASO que se realizarán el 13 de agosto.

Las elecciones generales entre quienes luego de las primarias resulten habilitados para competir se realizarán el 22 de octubre y la eventual segundo vuelta en caso de que ningún candidato logre cumplir con los requisitos que establecen los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional, se llevará a cabo el 19 de noviembre, tres semanas antes  de la finalización del mandato presidencial.

El calendario de las provincias

A su vez, al menos 13 provincias votarán por sus autoridades antes del 22 de octubre, de las cuales 10 lo harán antes de las PASO y 3 entre las PASO y las generales. En pocas de ellas se prevén primarias para designar a los candidatos locales y en algunos distritos fueron eliminadas recientemente y en otros se intentó hacerlo.  Aún no definió el día de las elecciones locales la provincia de Córdoba que tiene el segundo padrón del país, pero se estima que serán convocadas para antes de las primarias nacionales para que el gobernador Schiaretti llegue a esa instancia mejor posicionado. La tendencia a desdoblar elecciones se ha consolidado en los últimos años y de esa forma los líderes locales buscan dejar en claro que tienen una fuerza electoral propia que no depende del arrastre de las candidaturas nacionales. Cada provincia tiene un sistema  político con rasgos propios y por lo tanto los resultados locales no siempre guardan relación con las preferencias que luego se manifiestan en las elecciones nacionales aunque pueden dar una pauta sobre el clima social predominante.

  • La primera fecha en que habrá argentinos votando será el 12 de febrero cuando habrá primarias en La Pampa que tienen la particularidad de ser obligatorias para los partidos, pero no para los ciudadanos. Con los candidatos definidos, los pampeanos elegirán a sus autoridades el 14 de mayo.

En 7 abril, se votará en Neuquén y Río Negro en donde no se esperan sorpresas y predominarán los oficialismos locales que son aliados del oficialismo nacional.

  • Mayo será un muy intenso en materia electoral porque el 7 se votará en Misiones y Jujuy que no cambiarían de signo político. El domingo siguiente será el turno de  La Pampa, Salta, Tucumán en las que predominarán las reelecciones. Lo mismo ocurrirá en San Juan en donde se aplicará la ley de de lemas que tergiversa el voto de los ciudadanos, todo un contrasentido en la medida que su impulsor, el gobernador  Uñac, siempre buscó presentarse como una figura con ideas modernas.

En junio elegirá autoridades San Luis y habrá PASO en la vecina Mendoza. 

  • Agosto será el mes de las primarias nacionales y de aquellos distritos que elegirán a sus gobernantes el 22 de octubre. Son los casos de Buenos Aires, CABA, Catamarca, La Rioja, Chubut y Santa Cruz. Como viene ocurriendo desde su implementación, el resultado de las primarias anticipa el de las generales.
  • El 17 de septiembre se votará en Chaco y el 24 en Mendoza y Entre Ríos que aparece a priori como una de las provincias con más posibilidades de cambiar de signo político.

A nivel de las legislaturas locales hay distintos formatos completando un escenario muy disperso desde el punto de vista institucional. Pero predominan los distritos unicamerales,  16 sobre 24,  y en algunos se prevé su renovación completa cada cuatro años como son los casos de Córdoba y Sana Fe mientras que en otros es parcial como en Buenos Aires y la CABA.

 

 

 

Fuente: El Economista

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