Recordamos algunos símbolos y costumbres de nuestros Pueblos originarios

¿Qué significan los colores de la bandera whipala? ¿qué costumbres se mantienen? Hoy en #CincoDias repasaremos repasaremos algunos matices de nuestros pubelos originarios…

Símbolos propios

¿Cuál es el origen de la bandera wiphala?

Como símbolo principal podemos mencionar la bandera wiphala, cuyo origen tiene diversas teorías: algunos afirman que proviene del pueblo aymara, mientras que otros dicen que su origen es incaico. Los grupos indígenas que utilizan esta bandera son: Collasuyu, Chinchasuyu, Antisuyu y Cuntisuyu. Las comunidades de estas etnias pertenecientes a la cultura aymara-qhishwa se encuentran en los territorios de Bolivia, Perú, Ecuador, Chile y Argentina.

La palabra wiphay significa “la voz de triunfo”. El término lapx-lapx es la imitación del sonido producido por el viento. Este sonido dio origen a la palabra laphaqi cuyo significado es “fluir”. Al unirse ambos términos, queda la palabra wiphala, dado que la px se fue perdiendo.

El diseño de la bandera es de forma cuadrangular y está compuesta de siete colores. En la parte superior de la bandera se representa a la luz del sol, al día y en la parte inferior a la luna y a la luz de la noche. Tiene siete columnas y siete filas compuestas de cuadros. El color blanco conforma una línea diagonal y el resto del espacio está compuesto por cuadros con los colores amarillo, verde, naranja, azul, rojo y violeta.

Los colores de la bandera

El rojo simboliza al planeta tierra y al desarrollo cultural e intelectual. El naranja simboliza a los grupos sociales y los conocimientos transmitidos de generación en generación, así como también la fertilidad, que implica riqueza, siendo agradecidos a la naturaleza por la buena salud y el fortalecimiento tanto físico como espiritual de la juventud. El amarillo representa energía, hermandad indígena y la solidaridad. El color blanco representa el tiempo, relacionado con la transformación, el avance de la ciencia y la tecnología, el progreso y la dedicación de las comunidades. El verde implica esperanza,  economía y producción agricultura de la región, los yacimientos hidrológicos y mineros. El violeta, color de la armonía, representa la óptima administración de recursos y la ideología política de la región andina. El azul, representa al sistema solar y la organización de las sociedades política, económica y culturalmente.

Existen polémicas referentes al origen de la bandera wiphala. La cultura Tiwanaku opina que se trata de un símbolo de las comunidades antiguas, basándose en investigaciones arqueológicas, tejidos, pictogramas, arte cerámico y otros con algunas formas de ajedrez. Se dice también que la bandera surgió en épocas de  movilizaciones sindicales de los campesinos bolivianos en los años 70. En lo que todos están de acuerdo es que se trata de la representación de la sabiduría dejada como herencia de los indígenas de los Andes a su pueblo. Su bandera es símbolo de la transformación de los ambientes naturales para la buena convivencia de los seres humanos, su unión, la fertilidad y la producción para el buen vivir.

Costumbres de ayer y de hoy

En comunicación con referentes de pueblos originarios de nuestro país, Lucas Curapil, (profesor de Mapuche en la Universidad del Comahue), Osvaldo Segovia (profesor wichi de la provincia de Formosa), Amanda Farías (profesora de Qom en el Chaco) y Clara Romero (Cacique Nalá del pueblo Qom de San Pedro, provincia de Buenos Aires), pudimos indagar en aquellas costumbres que llegan a nuestros días.

Osvaldo Segovia, profesor del colegio “El potrillo”, de la comunidad wichi nos habló de la importancia tanto del territorio como de los elementos en los encuentros. “Los fogones eran propios de los abuelos, que contaban historias a la orilla del río”. Segovia destaca el territorio y la necesidad de recuperar la relación con la naturaleza, lo cual les permite desarrollar la paciencia. y afirma que “primero tenemos que conocer quiénes somos, sólo así se aprende de lo ajeno”. Desde el aula, Segovia fomenta la integración, el sentido de la unión y la importancia del respeto a la interculturalidad entre sus alumnos adolescentes. En este contexto, nos comenta, se sufre mucho la discriminación por parte de quienes no forman parte de la comunidad pero habitan el territorio y buscan apropiarse de algunas costumbres, tales como la venta de artesanías por fuera de lo tradicional.

Amanda Farías, profesora chaqueña de Qom, por su parte, nos cuenta que las costumbres heredadas tienen que ver con las expresiones artísticas como las cesterías, alfarerías, tejidos con fibras vegetales, música y danza. Tanto la danza como la música (de instrumentos unicuerda o cordófonos), son interpretados en eventos culturales como actos institucionales y escolares. Las costumbres que considera que fueron adoptadas por fuera de los pueblos originarios, dice, son el mate y los textiles.

Según Lucas Curapil, profesor del Departamento de Lenguas Originarias de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional del Comahue, las costumbres del pueblo mapuche que llegan a nuestros días son en su mayoría celebraciones espirituales con mucha participación como el ngellipun, ngillatun, camaricun, uchra chripan, ceremonias diarias, algunas familiares, y otras comunitarias. Las ceremonias anuales han perdurado desde tiempos ancestrales.

“La espiritualidad mapuche, es una de las esferas culturales que ha sido celosamente custodiadas y se ha transmitido de generación en generación. El idioma mapuche se encuentra en una situación de vulnerabilidad, pero a pesar de ello, los rituales son muy valorados por los integrantes del pueblo, tanto en los ámbitos rurales como en los urbanos”, comenta Curapil.

Rituales y ceremonias

Para los pueblos originarios, los rituales y ceremonias son una forma de comunicación con la naturaleza y los ancestros, por lo que son muy importantes en la reconstrucción de la identidad indígena y consideran necesaria su continuidad. Por otro lado, la presencia de la artesanía mapuche ya sea entre miembros de la comunidad como por fuera de ella, al punto que consideran un honor ver a mujeres portar artesanías de platería mapuche en las grandes ciudades.

Clara Romero es Cacique Nalá del pueblo Qom de San Pedro, provincia de Bs As., y fundadora de El Antigal, Centro de Interpretación Indígena y espacio Cultural. Además es representante del  Consejo de Participación Indígena (CPI).

“Las costumbres que seguimos manteniendo como propiedad cultural del pueblo son algunas comidas, canciones de cuna, medicina y por supuesto, la lengua, que es nuestra mayor riqueza”.

La apropiación cultural

La cacque Romero destaca algunas manifestaciones que considera apropiaciones culturales, como los diseños textiles y lo mismo sienten en relación a la música, que se difunde masivamente por moda, pero sin reflexión en sus letras. Por último, hace referencia a los nombres que se eligen para los niños, sin tener mucha noción de su significado.

“La folclorización es una forma de utilización de símbolos y conocimientos desconectándolos de la sociedad a las cuales pertenecen. Respecto a los instrumentos musicales, considerados sagrados, resulta una ofensa ver que se utilizan en música regional o folclórica, como forma de intento de crear un folclore de la Patagonia, al igual que los símbolos que son utilizados, para la creación de una imagen patagónica de cara a la venta turística. Así se encuentran símbolos del telar mapuche, en diversas iglesias, hoteles, veredas y productos regionales”, cierra Romero.

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