Sesión en Diputados| Los detalles del Proyecto de «Boleta Única»

Finalmente, como adelantó NCN, Diputados opositores y oficialista cerraron acuerdo y en la sesión de este jueves se tratará, entre otros, el proyecto de Boleta Única.

A continuación repasaremos en detalle esta iniciativa que surgió hace ya algunos años atrás y que busca, entre otros objetivos, erradicar gastos de tiempo y de recursos para la confección de las boletas electorales. Hasta el momento el punto de consenso entre las distintas bancadas fue a través de la iniciativa del legislador Florencio Randazzo.

 

Si bien los proyectos que vienen circulando en Diputados son ocho, el de Randazzo lleva ventaja dado que cuenta con amplio apoyo del oficialismo y la oposición, tanto en Diputados como en el Senado, lugar donde también se presentó la iniciativa.

El proyecto de ley en cuestión, presentado en 2021, necesita primer modificar el Código Nacional Electoral. Este paso es fundamental porque allí ingresaría, en la normativa, el uso de la boleta única de papel en las elecciones de las categorías nacionales, es decir, presidente y vicepresidente, senadores y diputados nacionales, y parlamentarios del Mercosur, con todas las especificaciones.

La modalidad de la boleta única electoral ya rige con distintos matices en las provincias de Córdoba, Salta y Santa Fe. También se utilizó en los comicios municipales de San Luis y en las cárceles, además de ser instrumentada para el voto de los ciudadanos argentinos en el exterior.

El propio Randazzo explicó a los medios algunas particularidades del Proyecto aclarando que «Los diversos bloques parlamentarios coincidimos en mejorar el sistema electoral y por eso hemos convocado a una sesión especial para tratar el proyecto».

De aprobarse sostuvo que ya «No sería necesario que se impriman tantas boletas, se reduciría el gasto en más de 1.000 millones de pesos».

En ese sentido, destacó que sólo en la provincia de Buenos Aires en la última elección «se destinaron más de 1.300 millones de pesos solo a la impresión de boletas». La idea es dar impulso y lograr un nuevo tipo de boleta de cara a las elecciones 2023.

«Entre las PASO y las generales se financiaron desde el Estado más de 1.000 millones de boletas, cuando con este nuevo sistema sólo harían falta para ambas elecciones apenas un poco más de 24 millones de boletas», explicó el diputado nacional.

Además, hizo hincapié en los beneficios de modificar el régimen electoral y aseguró que la Boleta Única «es un sistema que evita la lista sábana, el negocio de los fiscales, el robo de boletas y le da seguridad a los votantes de que su voluntad popular va a ser plenamente respetada en las urnas».

Si bien la cara visible del proyecto es el diputado Randazzo junto a un grupo de legisladores de la oposición, la iniciativa contó con el apoyo desde las instituciones y ONG´s, como la Fundación Red de Acción Política (RAP), que contribuyó en dar a conocer y generar espacios de debate respecto a la modalidad de boleta única.

Boleta única: cómo sería el nuevo diseño según el proyecto

  • El formato de boleta única que propone este proyecto de ley incluye todas las categorías para las que se realiza la elección; estará dividida en espacios, franjas o columnas para cada agrupación política que cuente con listas oficializadas, las cuales distribuirán homogéneamente. Dichos espacios, franjas o columnas deberán contener:
  • El nombre del partido político o alianza: en el caso de las elecciones primarias, la denominación de la lista interna.
  • La sigla, monograma, logotipo, escudo, símbolo, emblema o distintivo y el número de identificación de la agrupación política.
  •  La categoría de cargos a cubrir. Para el caso de Presidente y Vice: nombre, apellido y fotografía color. En la categoría senadores nacionales se deberá incluir el nombre y apellido de candidatos y fotografía color de las dos personas postuladas como candidatos titulares. Para el caso de los diputados nacionales, la boleta deberá incluir los seis primeros candidatos de la lista y la fotografía a color de los dos primeros candidatos titulares. El mismo formato se aplica para los parlamentarios del Mercosur.

La boleta única ya funciona para cargos provinciales en 5 de los 24 distritos del país, y es el sistema de votación de la mayoría de los países de América Latina y el mundo.

A continuación repasaremos algunas de las preguntas más comunes que surgen de este tema:

¿Qué diferencia a la boleta única de la tradicional?

Con la boleta única el votante marca su decisión en una planilla mientras que con el sistema actual arma su voto con las boletas de cada partido o frente que encuentra en el cuarto oscuro (a veces puede haber decenas de estas disponibles, según la cantidad de agrupaciones que se hayan presentado para participar de la elección).

Con el sistema actual, el elector puede tomar una boleta completa o cortar boleta y elegir, por ejemplo, el candidato a presidente de un partido y la lista de candidatos a diputado y/o senador, de otro. Todo eso lo deposita en un sobre, que se cierra y va a la urna. Con la boleta única también se puede votar a distintas agrupaciones por categoría, pero usando un lápiz, no una tijera.

Con la boleta única el voto en blanco es dejar los casilleros en blanco y, con el sistema actual, meter en la urna un sobre vacío.

¿Qué ventajas se atribuyen a la boleta única?

La boleta única es una sola por cada votante y la impresión la realiza el Estado, sin la participación de los partidos políticos, que “en muchos casos suelen financiar las campañas con el dinero de las boletas” que reciben del Estado, sostuvo Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano.

Los fiscales no deben ir a chequear los posibles faltantes de boletas, porque con la boleta única en el cuarto oscuro no hay nada, y se terminarían prácticas como el robo de boletas, las roturas o las boletas truchas, dijo Secchi.

Al no tener que colocar decenas de boletas partidarias, los cuartos oscuros pueden ser más chicos o directamente boxes de votación, y no necesariamente usar un aula entera para un solo elector por vez. Esto podría agilizar el proceso electoral.

En este aspecto, Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe en el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), subrayó que la boleta única garantiza la equidad en la competencia electoral, porque “toda la oferta electoral está expresada de la misma manera” y que “no se beneficia ningún partido político o frente electoral en particular”.

Alejandro Tullio, especialista en elecciones y ex director de la Dirección Nacional Electoral del Ministerio del Interior entre 2001 y 2015, indicó que la boleta única, además de ser “el único sistema que asegura la integridad de la oferta electoral”, es más económica y ecológicamente sostenible. “Debemos prestar atención a la huella ecológica de los procedimientos. No es sólo la cantidad de papel, la tinta y otros materiales no biodegradables que insume el sistema actual sino también la logística asociada, porque son grandes volúmenes de elementos que se transportan”, afirmó.

Tullio también dijo que con la boleta única es más sencillo el conteo “con entre 280 y 290 boletas”, que es la cantidad habitual de votos emitidos por mesa, “que con las múltiples combinaciones desiguales” de las boletas partidarias, que se pueden cortar. Dependiendo de su diseño y su tecnología, la boleta única de papel podría ser leída con sistemas de escaneo veloces y seguros, agregó.

¿Y las desventajas?

La Argentina tiene un esquema de distribución de cargos electivos provinciales muy complejo. La Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, realiza por ley sus elecciones primarias el mismo día que las PASO nacionales. “Podríamos estar hablando directamente de afiches, del tamaño de los de la vía pública, que oficiarían de boleta única; inclusive sin contar los cargos provinciales”, opinó Facundo Cruz, politólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Torcuato Di Tella.

Al respecto, sostuvo que “en la Argentina es muy fácil crear un partido político” y que, por lo tanto, “al implementar la boleta única hay una decisión trascendental que tomar respecto de su diseño”. “¿Ponemos a todos o a algunos? Si hacemos la letra más chica, esto generaría inequidad en la accesibilidad, con particular afectación a los adultos mayores y a quienes padezcan disminución visual. La ubicación de las candidaturas en la boleta única sería por sorteo, lo que no necesariamente viene a generar las condiciones de equidad que promete este sistema. Hay una variable adicional: la fortuna. ¿El primero que aparece se lleva más votos que el que aparece al final de todo?”, planteó.

Cruz, además, sostuvo que “la boleta única no resuelve el problema de la lista sábana, que es cerrada y bloqueada, porque uno vota una lista completa y no puede elegir candidatos de una u otra lista”. “Ahora se votan listas. Con la boleta única también, eso no cambia”, aseveró.

Sobre las desventajas, Tullio sostuvo que “cualquier transición de sistema requiere tiempo y progresividad”, pero que se trata de “costos aceptables”. Cruz sostuvo que una reforma del sistema de votación “debe estar acompañada de otros cambios no visibles de la política para que la boleta única tenga sentido”, entre ellos, “el reconocimiento de los partidos políticos”. “Hoy, con 5 distritos se puede presentar una candidatura presidencial. Es un quinto del país. La boleta única se supone que viene a resolver problemas pero puede llegar a potenciarlos y a generar problemas que actualmente no tenemos”, sentenció.

¿Hay que reformar la Constitución para que la Argentina vote con boleta única?

No. Basta con modificar el Código Electoral Nacional con una ley que debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso y, posteriormente, promulgada y publicada en el Boletín Oficial por parte del Poder Ejecutivo que además la debe reglamentar. Sin embargo, tal como dispone la Constitución, las reformas electorales exigen una mayoría agravada en el Congreso, la mayoría absoluta, es decir la mitad más uno de los integrantes de cada cámara (en Diputados es 129 sobre 257 y en el Senado, 37 sobre 72) y no de los presentes en la sesión (mayoría simple). Es la forma de lograr que modificaciones de alto impacto institucional requieran consensos amplios.

¿Qué opina la Justicia electoral sobre la boleta única?

La Cámara Nacional Electoral (CNE) también fijó posición sobre la discusión. En un comunicado que emitió en 2011, el máximo tribunal judicial en materia electoral del país señaló que la boleta “no es […] un instrumento al servicio del partido” sino “la posibilidad física para que se exprese el ciudadano”, y que por lo tanto “constituye el elemento mediante el cual se exterioriza la voluntad del elector”.

En este sentido, la CNE subrayó la conveniencia de evaluar la instrumentación de un sistema de boleta única por categoría, con el órgano electoral a cargo de su confección y su suministro, de modo tal de poner a disposición del elector la totalidad de la oferta electoral.

¿Con el sistema actual se cometió fraude en alguna elección desde 1983?

Los expertos coinciden en la respuesta: no. Para Secchi las inconsistencias detectadas en cada elección no suponen que haya habido fraude. “La mayoría de los ‘fraudes’ son de dudosa credibilidad. El más difundido, ‘el voto cadena’, no sólo es inverosímil sino de dudosa realización. El rompimiento u ocultamiento de boletas es una práctica corriente, pero también de dudoso efecto. Nuestro sistema electoral viene ratificando representaciones desde 1983 sin mayores inconvenientes durante todos los procesos electorales que se sucedieron”, sostuvo.

Desde la CNE afirmaron a Reverso -alianza de medios contra la desinformación electoral-, a propósito de una verificación sobre telegramas con errores durante los comicios de 2019, que “siempre hay diferencias entre los telegramas y las actas, por lo menos desde 1983” pero que “en el escrutinio definitivo se cotejan las actas con los certificados de escrutinio” y que, “si aún así hubiera diferencias, se abren las urnas, lo que generalmente no ocurre”. “La diferencia entre escrutinio provisorio y definitivo es inferior al 1%”, históricamente, señalaron.

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