Caso Tehuel| Transfobia. Discriminación y Violencia. La cruda realidad detrás de la desaparición del joven trans

Tiene 22 años. Fue visto por última vez en la localidad bonaerense de Alejandro Korn, en el partido de San Vicente, a donde se dirigía para una entrevista laboral para un puesto de mozo, el último jueves 11 de marzo. Su nombre es Tehuel De La Torre  y desde entonces, a la fecha, no hay novedades de su paradero.

Lo curioso es que su foto fue tapa de diarios y parte de informes en los noticiosos locales apenas un par de veces.  Su caso, al parecer, no reviste de la importancia que tuvieron otros (Como el de Facundo Astudillo Castro, Santiago Maldonado o, más acá en el tiempo, la desaparición de la Nena N., la pequeña que fue secuestrada por un cartonero en Villa Lugano).  Incluso se percibe una notable indiferencia en el grueso de la sociedad ante el hecho. Existe un detalle no menor para poder interpretar la mirada ajena de todos ellos: Tehuel es trans.

Debería sonar extraño que aun, en pleno Siglo XXI, la condición sexual de una persona pueda ser determinante para poder darle “visibilidad”. Pero no lo es. Es mucho más común y real de lo que parece. Pero antes de indagar sobre la discriminación que sufre, en ámbitos laborales, sociales y demás, la comunidad LGTB en su conjunto, pero las personas Trans en particular, repasaremos los detalles del caso de Tehuel.

Lo que la Justicia de San Vicente (que lleva adelante la investigación) ha podido reconstruir hasta el momento es que el joven salió de su casa, donde vivía con su mamá y con su novia, para ir a una entrevista de trabajo en Alejandro Korn.

El encuentro fue con Luis Alberto Ramos, una persona que conocía desde hacía 3 años y que le había ofrecido un trabajo como mozo. Tehuel llegó a ese domicilio y luego fueron, los 2 juntos, hasta la casa de Oscar Montes, un chatarrero de la zona, lugar donde se los ubica a los tres juntos por medio de una fotografía.

Gracias a la geolocalización de su celular, se pudo hallar la casa de Ramos, ya que el dispositivo de Tehuel estuvo activo por última vez por esa zona, hasta las 00.30hs del 12 de marzo. En ese lugar, se encontraron restos de un celular que había sido incendiado y una campera que pertenecía a De La Torre. El sospechoso reconoció haberse encontrado con el joven ese día pero aseguró que luego cada uno se fue por su lado.

El peritaje en el celular del primer detenido reveló una foto tomada el día de la desaparición de Tehuel. La imagen muestra al joven junto con el sospechoso y un amigo suyo, identificado como Oscar Montes, quien al día de hoy se encuentra imputado por falso testimonio y encubrimiento, orden que dio la fiscal que lleva el caso adelante, Karina Guyot, en conjunto con el juez Martín Rizzo.

Montes se negó a declarar en la instancia de indagatoria, pero continúa detenido por dictar una coartada que luego fue descartada mediante investigaciones y catalogada como falsa.

Por su parte, Ramos reconoció haberse encontrado con Tehuel el 11 de marzo a las 16.30, pero sostuvo que no fueron a ningún evento y que cada uno se fue por su lado, pero su versión no pudo ser corroborada y la fiscal Guyot pidió su detención por el delito de «encubrimiento y falso testimonio».

Al continuar con la pesquisa también se allanó la vivienda de la madre de Ramos, donde se secuestraron dos teléfonos celulares

Luis Alberto Ramos y Oscar Montes son las dos personas detenidas por ser sospechosas en el caso.

La problemática diaria a la que es sometida la comunidad Trans

Que poco se sepa de este caso. Que la imagen de Tehuel no ocupe carillas en las páginas de los diarios y  minutos de aire en noticieros, como ha pasado en casos similares. Que su desaparición, que lleva casi ya dos meses, no impacte de lleno en la “agenda mediática”, no debe disociarse de su elección sexual, por duro que suene la frase.

Lamentablemente se ha convertido en la cara de la invisibilidad que sufren los varones trans y de las violencias que atraviesan a lo largo de sus vidas.

Un informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Travesti y Transexual (LGBTT) -que depende de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Federación Argentina LGBT-, reflejó que durante 2020 se cometieron 152 agresiones contra la comunidad LGBT: desde violencia verbal hasta asesinatos.

De ese total 129 fueron contra la comunidad trans. Sin embargo la cantidad podría ser mayor porque se incluyen sólo aquellos casos que han sido relevados por los medios de comunicación o han sido denunciados ante el Estado.

Detalla incluso que hubo 14 asesinatos perpetrados hacia la diversidad sexual: 10 fueron dirigidos a mujeres trans y 4 a varones gay. En tanto se registraron 5 suicidios: 4 de mujeres trans y 1 de un varón trans.

Lo difícil de buscar trabajo

La posibilidad de un empleo registrado ya es compleja en todos los niveles en la Argentina actual, pero la dificultad se acrecienta cuando se trata de las minorías.

Un informe de 2020 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado en mayo último, señala que casi todas las personas trans del país viven en la pobreza y la indigencia. Como consecuencia de esto, por ejemplo, el 90% de las mujeres trans subsiste ejerciendo el trabajo sexual.

La situación de los varones trans, como Tehuel, no es diferente ya que también son generalmente excluidos de los sistemas laborales e incluso de los establecimientos educativos. Un estudio de 2014 elaborado por la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénico de la Argentina (ATTTA) y la Fundación Huésped releva que la marginación de este colectivo se traduce en una alta incidencia de ideaciones suicidas.

La cobertura de los Medios

Sobre como los medios masivos de comunicación dieron cobertura al caso reflexionó Flavia Massenzio, presidenta de la Federación Argentina LGBT+, quien sostuvo que  es necesario que la sociedad «siga involucrándose, buscando y denunciando” y que el Estado «implemente políticas públicas» para combatir la violencia de género y los crímenes de odio a las disidencias.

En esta línea, Marcela Tobaldi, referente de la organización trans La Rosa Naranja, explicó que “Algunos medios de comunicación están tratando el tema pésimo, como consecuencia de que no está instalada la perspectiva de género en la sociedad argentina y hay un desconocimiento feroz de todas nuestras identidades. En algunos canales escuché que decían ‘Tehuel es una chica’”.

Para la dirigente «queda en evidencia el desconocimiento de cierto periodismo y de parte de la sociedad sobre nuestra comunidad, sobre las disidencias, las identidades no binarias, personas travesti/trans, las lesbianas».

La referente explicó que aún hoy “cuando vos a alguien le decís ‘persona trans’ vas a pensar en una chica trans trabajadora sexual”, pero nunca “en un hombre trans y o una infancia trans” y esta ausencia en los imaginarios conspira contra su inclusión.

En tanto, Lissandro Cottone Olmedo, integrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), recordó que «Se realizaron tuitazos y movilizaciones en la Plaza de Mayo y otras ciudades del país. Actualmente, el Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa a cualquier persona que aporte datos. Al caso no se le ha dado la visibilidad que realmente necesita. Si no fuera por el reclamo de sus amigues, vecines y el colectivo de la diversidad sexual, el caso se habría perdido».

La mirada de la Sociedad

Pero no todo depende de los medios. Como el dilema de la “gallina y el huevo” la incógnita emerge inexorablemente: ¿No es noticia porque no interesa a la sociedad, o la indiferencia de ésta se debe a la falta de repercusión de los medios?.

Lo cierto es que convivimos en una sociedad surcada por un arraigado machismo que, niega, rechaza lo “diferente”, y por lo tanto prefiere el olvido de lo que no acepta, y acaso por eso no sale masivamente a gritar, no pide por él, ni sale en la búsqueda de Tehuel.

Pese  a la escalonada llegada de nuevo derechos y legislaciones, es evidenciable aun la presencia de vestigio de una realidad  transfóbica, conservadora, que sale en defensa de lo propio, que golpea cacerolas sólo cuando le tocan el bolsillo y alcanza cierto grado de empatía, de conmoción, si y solo, el caso aplica como espejo.

Vale preguntarse cuantas veces uno vio por televisión el número de personas trans que mueren golpeadas por su identidad de género ¿Pocas? Probablemente, porque seguramente no salió. Lo que no se nombra no existe, y en nuestro país existe un sistema social, mediático y legislativo claramente transodiante.

Basta ver cuánta indignación y llamados a la Real Academia ha causado la aparición del “lenguaje inclusivo”. Los mismos que se sienten horrorizados al escuchar “les pibes” son aquellos que naturalizan términos como “maricas, tortas, travas o trolos” para dirigirse a quienes tienen una percepción diferente de su sexo.

La hipocresía, la intolerancia, la discriminación y la homofobia de una parte del grueso de la sociedad, también es coparticipe necesario del porqué la difusión del caso Tehuel es poca o nula.

Para aportar datos

Actualmente desde el Ministerio de Seguridad provincial, a través de la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas, se ofrece una recompensa de entre $ 1,5 millones y $ 2 millones “a quien aporte datos que permitan dar con el paradero de Tehuel de La Torre, de 21 años”.

El joven tiene contextura robusta, tez blanca, cabello corto de color oscuro y mide unos 1,56 metros y las autoridades solicitaron que quien tenga alguna información sobre su paradero se comunique con la UFI Descentralizada de San Vicente, llamen al 0221-429-3015 o escriban a perdes@mseg.gba.gov.ar.

 

 

Para CincoDias por Juan José Postararo

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