¿Por qué se celebra hoy el «Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad»?

Cada año, las distintas agencias de la ONU, como la Unesco o la Organización Mundial de la Salud (OMS), organizan programas y campañas específicos centradas en un aspecto concreto de la discapacidad. Por ejemplo, la OMS lo celebró en 2020 con el lema “Un día para todos”, para reflejar que la discapacidad es parte de la condición humana.

Este día fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 47/3. El objetivo es promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y generar conciencia sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural.

Este año, el Día Internacional de las Personas con Discapacidad (IDPD) se centra en el empoderamiento de las personas con discapacidad para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible, como se pedía en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que se compromete a “no dejar a nadie atrás” y considera la discapacidad como una cuestión transversal en la implementación de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En los Objetivos se hace referencia a la discapacidad, específicamente en las partes relacionadas con la educación, el crecimiento económico y el empleo, la desigualdad y la accesibilidad de los asentamientos humanos, así como en la recopilación de datos y el seguimiento de los ODS.

A nivel estatal, es un día en el que organizaciones que luchan por mejorar la vida de las personas con discapacidad exponen su actividad y presentan iniciativas y campañas.

Del rechazo y el asistencialismo a los derechos humanos

La discapacidad puede afectar a las personas en distintos grados y de maneras muy diversas. De forma general, se entiende como toda incapacidad de realizar o participar de una actividad de manera plena por una deficiencia psicológica, fisiológica o anatómica. Puede ser congénita, como el síndrome de Down, o adquirida, como la paraplejia. Casi diez años después del primer día internacional, la OMS propuso una definición que pone en el centro el factor social, por la interacción de estas personas con el medio, consigo mismas y con otras.

El mapa de la protección social en el mundo

Este nuevo enfoque supuso un gran avance en la comprensión de la discapacidad, ya que se alejó de las concepciones tradicionales que la veían desde el rechazo o el asistencialismo. Antes se consideraba a las personas con discapacidad un sujeto pasivo al que había que, o bien apartar de la sociedad, o bien proteger de manera paternalista. De hecho, los primeros centros de internamiento datan del siglo XV y eran manicomios, en los que se encerraba a personas con discapacidad y todo tipo de enfermedades mentales. Con las dos guerras mundiales se reforzó el enfoque asistencial sanitario para tratar a los heridos y mutilados. Solo a partir de la segunda mitad del siglo XX se desarrolló el enfoque de derechos humanos que ha llevado a la concepción actual: la de la persona con discapacidad como sujeto activo.

La discapacidad en el mundo

De acuerdo a la OMS, más de mil millones de personas, un 15% de la población mundial, tiene algún tipo de discapacidad. Como se puede adquirir en cualquier momento de la vida, se calcula que este número está en aumento debido al creciente envejecimiento de la población y a la prevalencia de enfermedades crónicas, como la diabetes. En cuanto a la discapacidad en el mundo, la desigualdad y la pobreza son factores que tienen un gran impacto en su prevalencia: alrededor del 80% de las personas con estas condiciones viven en países en desarrollo. Otros factores como el género también influyen, ya que aparte de haber más mujeres que hombres con discapacidad, ellas son más vulnerables a la discriminación.

Las dificultades de acceso a la educación, al trabajo y a la salud, los prejuicios y la falta de información ponen en riesgo la vida de este colectivo. Para contrarrestarlo, Naciones Unidas cuenta con distintos planes. El más importante, aunque no es vinculante, es la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, que con 82 países signatarios recoge cómo se defienden y han de aplicarse sus derechos. La ONU también puso en marcha en 2019 la Estrategia para la inclusión de las personas con discapacidad, que busca facilitar la aplicación de la Convención, también con miras a la Agenda 2030. Estas acciones sirven de marco para agencias, Estados y otras organizaciones. La Unión Europea, por ejemplo, adoptó en 2021 su Estrategia sobre los derechos de las personas con discapacidad hasta 2030.

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