INFORME ESPECIAL| Expertos analizan el uso de las Pistolas Taser y el actuar del Policía asesinado en Palermo

Tras el crimen del policía en Palermo, se reavivó la polémica por el uso de las pistolas Taser y si la Policía debería o no poder portar este tipo de armas.  Una vez más la disyuntiva de si son peligrosas o eficaces, del grado de efectividad que presentan, la posturas de las Organizaciones de Derechos Humanos cuestionando su legalidad e incluso la pregunta de si las fuerzas locales están preparadas para su uso, fueron algunos de los debates que se dieron en la agenda pública.

Para poder analizar la situación, en #CincoDias consultados a la licenciada en criminalista y perito en balista, Olga Fernández Chaves, quien dejó su experimentada mirada sobre estas cuestionadas armas.

En principio podemos decir que las armas Taser están diseñadas para incapacitar a una persona. Dispara proyectiles que administran una descarga eléctrica a través de un cable, respecto a los modelos que existen, la profesional, describió que “en muchos lugares de los Estados Unidos se utilizan aquellas que graban en video el momento en que está el arma en posición de disparo, lo que disminuye el riesgo de cuestionamientos si el disparo fue adecuado. Incluso se sincronizan con un software online. Entonces esto teóricamente debería evitar que haya una alteración de los datos que contiene el sistema”.

Respecto al funcionamiento explicó que “la pistola dispara una aguja que se clava en la piel con una profundidad de 0,5 centímetros, con una descarga de 5 mil voltios” y consideró que se trata de “un sistema seguro. Disminuye la cantidad de lesiones graves de armas de fuego porque hay que tener en cuenta que aunque no se dispare a una zona letal, puede generar que la persona se desangre, que la bala rebote o traspase y lastime a un tercero. En cambio, al utilizar la Taser, el disparo es más focalizado e inhabilita al sujeto instantáneamente”.

En ese sentido, Chaves, detalló que la empresa que las fabrica “informa que tiene 99,75% de seguridad en el que no ha lesionado a nadie. Sin embargo, el gran riesgo es que la persona tenga un problema cardíaco. Es el 0,25% pero el riesgo está. Con el arma de fuego tenes más riesgos porque puede rebotar como en el caso del policía Luis Chocobar que finalmente se comprobaron que disparó al piso de forma disuasiva, rebotó y mató a una persona. Estoy a favor porque, teóricamente, baja la mortalidad. Utilizar un arma de fuego es una situación riesgosa, tendría que ser la última medida. Con una Taser hay menos riesgo, siempre y cuando el sujeto no esté armado”.

Sobre su posible utilización, la licenciada, consideró que “Todo lo que sea un elemento para disuadir y hacer cumplir la ley me parece excelente. Y más porque a veces que se pone en tela de juicio la utilización de armas de fuego. Con estas no hay excusa para ponerse en contra, ya que son armas no letales y tienen mayor control de su uso: podes identificar cuantas veces dispararon, por cuanto tiempo, cuantas veces se desenfundo el arma, que policía fue el que la maniobró, adicionalmente los cartuchos tienen números de series para saber a qué arma correspondieron, a esto le sumamos la cámara que se puede comprar y graba desde el momento en que se desenfunda hasta que el oficial guarda la pistola. Todos estos datos son enviados online en tiempo real a una base de dato, por lo que es prácticamente imposible que sean vulnerados”.

Respecto a las situaciones o usos en los que no estaría permitido detalla que implica a “mujeres embarazadas, porque si bien no hay evidencia de que puede afectar el feto, si puede ser dañado durante la caída al suelo o por el estrés que se provoca, se desaconseja disparar a la cabeza puesto que puede ingresar en el ojo y ocasionar lesiones y en lugares donde puede haber explosivos o material inflamable”

Sobre el final, la especialista, analizó la situación de las fuerzas de seguridad en la actualidad y consideró que el problema está en el grado de capacitación y fondos que se invierten “tener policías mejores formados, algo que puede llevar años, a la larga conllevará a mejores resultados. Podes aplicar auditorias, podes controlar que hacen, como aplican y ellos incluso comentaran menos errores y serán más eficaces”.

El Actuar del Policía Asesinado

Otro de los debates que se dieron estos días recayó en el modo de actuar de los policías involucrados en el fatídico hecho.  Interrogantes sobre si se demoró en disparar, si fue acertado el procedimiento, si el protocolo de la fuerza fue aplicado o no, llenaron páginas de diarios y minutos de televisión.

En esta oportunidad #CincoDias acudió la voz experimentada de un instructor de alto rango de la Policía Federal, que por motivos de mantener la privacidad prefiere no exponer su apellido, quien explicó que “si bien uno focaliza en la intervención del inspector de montada que terminó perdiendo la vida, no podemos dejar de analizar la actitud del policía que aparece a su costado, que se queda paralizado cuando pudo haber disparado al momento en que el atacante saca un cuchillo”.

En este sentido menciona que “no es necesario estar encañonado o amenazado con un arma blanca para estar ante una agresión ilegitima. El solo hecho que el delincuente tenga un arma en la mano ya nos habilita a disparar, según lo detallado en la Orden Reservada número 7 del año 2001, de la Policía Federal Argentina” ya que se ha comprobado con diferentes estudios de enfrentamientos armados se determina que, estadísticamente, “un cuchillo a cinco metros de distancia necesita 19 fracciones de segundos para ser clavado en un corazón, en tanto el mejor tirador para disparar a esa distancia al  mismo lugar necesita 26 fracciones de segundos. En resumen un cuchillo a corta distancia es tan letal como un arma de fuego”.

De esta manera resalta que el “policía estaba perfectamente autorizado a poder disparar tanto en el pecho como en las piernas cuando el delincuente sacó el arma, porque estaba repeliendo una acción directa, y en el mejor de los casos actuarían respaldados por el Articulo 34 del Código Penal que refiere a la “Defensa Propia”.

Con todo esto reitera que “el inspector al estar en total indefensión podría haber disparado y no reacciona. Privó de utilizar la fuerza y terminó, lamentablemente, perdiendo la vida” y destaca nuevamente que el Policía que lo acompañaba “si cometió un grave error al no disparar ante esta situación, porque claramente la legislación vigente los autorizaba incluso antes de recibir el primer cuchillazo”.

Por último resaltó que “el uso progresivo de la fuerza está contemplado también en el protocolo de “Legítima Defensa” de la Policía Federal Argentina, que ni siquiera es necesario dar la voz de “alto policía” si se ven atacados a corta distancia por un arma blanca”.

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