Caso Baez Sosa: Blas Cinalli rompió el silencio

Uno de los ocho asesinos de Fernando Báez Sosa rompió el silencio el pasado viernes. Aseguró que no había ningún plan para matar a Fernando, el jóven asesinado en Villa Gesell el 18 de enero de 2020.
«No ideamos un plan para matar a Fernando (Báez Sosa). No hubo roles, eso nunca existió», aseguró Cinalli en comunicación con Crónica TV.Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers condenado por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió este viernes el silencio tras el veredicto y negó que haya habido un plan para matar al joven que tenía 18 años cuando fue asesinado en Villa Gesell.
«Ayrton, Lucas y yo estamos un poco distanciados de los otros chicos», sostuvo.Blas Cinalli se encuentra condenado a 15 años de carcel por haber sido participe del asesinato a Fernando Báez Sosa. Desde la Alcaidía de Melchor Romero, donde se encuentra se comunicó con los medios para pedir que «dejen de hablar pestes» de sus amigos, y confirmó que está «un poco distanciado» de los cinco rugbiers que recibieron penas de prisión perpetua.Cinalli, de 21 años, envió una serie de mensajes de texto al canal Crónica TV que fueron publicados este viernes al mediodía. En uno de los chats solicitó: «Hola. Quería decirte si nos harías el favor de dejar de hablar pestes de mí y de cada uno de mis amigos, ya que nadie ni ninguno de todos nosotros te faltamos el respeto a vos«.

«No entiendo por qué tienen tanto odio hacia nosotros», subrayó el joven de Zárate mientras veía el tratamiento del juicio y castigo por el crimen de Fernando Báez Sosa a través de una pantalla de televisión.

«Perdón ya pedimos, seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó, nos escrachan por todos lados. Dejen vivir, no tenemos vida, viven hablando mal de nosotros. Cortenla, pagar ya estamos pagando desde el primer día», sentenció.

Blas Cinalli, el único de los rugbiers que no recibió familiares ni en el juicio ni en el penal | DLN

El pedido de disculpas formulado por cada uno de los rugbiers durante sus palabras finales antes de ser condenados, el 6 de febrero pasado, deberían haber calmado el tratamiento que el grupo recibió no sólo por parte de los medios sino también de la sociedad. Al menos así lo consideró Cinalli cuando afirmó que «ya es hora de que este odio inmenso se termine»

«Sí, obviamente fue un hecho horrible, pero yo creo que nosotros ya estamos pagando desde el día uno», agregó acerca del momento en enero de 2020 cuando el grupo de Zárate se despertó rodeado de efectivos de la Policía bonaerense en la casa que alquilaron en Villa Gesell.

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