Bajar la inflación e incrementar salarios: las dos caras de la misma moneda

La tensión entre estabilidad, baja nominalidad, y las disputas por mayores ingresos estarán en el corazón del plan económico en este 2023 electoral, según un informe de coyuntura de la Fundación para el Desarrollo Urbano Sustentable (Fundus).

«Si bien se mantienen altos niveles de actividad y bajo desempleo (7,1% en el tercer trimestre de 2022), esto no ha logrado impactar beneficiosamente en toda la sociedad. Los ingresos de buena parte de la población siguen siendo escasos, encontrándose muy por debajo de los niveles de 2015 o 2017, antes de la crisis de deuda», señaló el informe.

En este sentido, los ingresos registrados, en promedio, le ganaron a la inflación en poco más de medio punto en noviembre y en diciembre es de suponer que se mantenga esta tendencia (todavía no se publicó el Ripte del último mes de 2022).

Según Fundus, esto permitió achicar la distancia de los precios respecto de los salarios registrados. Sin embargo, en todo el período de Gobierno del Frente de Todos, los salarios registrados vienen perdiendo frente a los precios: desde diciembre de 2019 los primeros aumentaron 271,6% mientras que los segundos lo hicieron en 280,8%.

«El problema de insuficiencia de ingresos se puede observar, también, en el retroceso del salario mínimo respecto a la canasta básica total (pobreza) y alimentaria (indigencia). En abril del 2016 (luego de la fuerte devaluación) se requería de 1,87 salarios mínimos para cubrir la CBT. En diciembre de 2019, 2,31. En los últimos meses viene reduciéndose, pero a diciembre se necesitan 2,46 SMVM para cubrir la CBT», precisó la fundación.

En todo el período de gobierno del Frente de Todos, los salarios registrados vienen perdiendo frente a los precios: desde diciembre de 2019 los primeros aumentaron un 271,6% mientras que los segundos lo hicieron en 280,8%.

 

El principal factor explicativo de este fenómeno es la crisis de deuda, que impactó con fuerza en el flujo de dólares, provocando altísima inflación. Ubicándose en registros récord desde las hiperinflaciones del ’89 y ’90. Esta deuda no solo es la pública, también es la privada que se fue desarmando con dólares «baratos».

  • El nivel inflacionario fue récord en 2022 desde la hiperinflación de 1990: 94,8% fue el acumulado anual. Sin embargo, el último bimestre del año muestra una desaceleración considerable.

«Sin las paritarias no se puede, con las paritarias solas no alcanza. En ese sentido, consideramos que las campañas tanto del oficialismo como de la oposición se centrarán en este aspecto: desinflacionar e incrementar salarios, las dos caras de la misma moneda. Las chances electorales del oficialismo estarán, en buena medida, en el éxito de este plan: el equilibrio entre crecimiento, baja nominalidad y mejores ingresos», consideró Fundus.

 

 

Fuente: El Economista

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