Quién y qué hizo Angelo Becciu, el poderoso cardenal que dice que Francisco lo «quiere muerto»

El proceso que se sigue en el Vaticano contra el cardenal Angelo Becciu por malversación de fondos ha ofrecido una relevante novedad este jueves. El fiscal del caso ha asegurado que está siendo investigado por asociación delictiva con familiares y amigos de Cerdeña, tras la investigación solicitada a un tribunal italiano, que ha reportado también la existencia de la grabación de una conversación privada con el Papa Francisco sin su autorización.
Antonino Becciu, hermano del cardenal, gestionaba en Cerdeña la Cooperativa Spes, una entidad con fines sociales favorecida desde la Conferencia Episcopal a instancias del entonces sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu. La investigación realizada por la Guardia de Finanza italiana ha revelado, siempre según el fiscal del caso, que la Cooperativa Spes realizó facturas falsas para justificar el uso de sus fondos.

La carrera diplomática de Becciu

Angelo Becciu
En 2018, Becciu era la tercera persona más poderosa del Vaticano.

El cardenal fue durante años un diplomático de carrera en el Vaticano. El 10 de mayo de 2011, el Papa Juan Pablo II lo nombró Secretario para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, cargo que ocupó durante sietes años y que lo llevó a reunirse a diario con el Sumo Pontífice.

En 2017 fue nombrado «Delegado Especial» ante la Orden de Malta por el Papa Francisco. En la carta donde se anunciaba su designación también se aclaraba que Becciu era el único que podía hablar en nombre del Papa ante la Orden. En esa ocasión, Bergoglio le pidió que trabajase «por la reconciliación entre todos sus componentes, religiosos y laicos (de la Orden de Malta)» y que se dedicase a la «renovación espiritual y moral de la Orden, especialmente de los miembros religiosos». Sin embargo, en ese cargo no tomaba decisiones sobre las relaciones diplomáticas de la Orden o sobre sus proyectos, sino que representaba al Sumo Pontífice durante el proceso de actualización de las normas y leyes de este Estado.

Un año después, Francisco lo nombró cardenal cuando asumió un nuevo cargo de dirección del departamento que se ocupa de nombrar los nuevos santos y beatos de la Iglesia. A pesar de esto, el 24 de septiembre de 2020 renunció de manera inesperada, perdiendo así su cargo de Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos y los derechos conexos a su condición de cardenal. «El Santo Padre aceptó la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los derechos vinculados al Cardenalato, presentada por Su Eminencia el Cardenal Giovanni Angelo Becciu», indicó en un comunicado el Vaticano.

Angelo Becciu
Según Becciu, su renuncia fue a pedido del Papa Francisco.

Sin embargo, el cardenal reveló a la prensa italiana que la renuncia no había sido voluntaria, sino que lo había hecho a petición del Papa Francisco, quien recibió denuncias de corrupción en su contra. «No robé ni un euro. No estoy bajo investigación, pero si me envían a juicio, me defenderé», dijo luego de que se hiciera pública su renuncia. Además, agregó en una conferencia de prensa en 2020 que «Todo es surrealista. Hasta ayer me sentía amigo del Papa, el fiel ejecutor del Papa».

El escándalo ocurrió a raíz de la compra con fondos de la Secretaría de Estado de un edificio lujoso en Londres. En el negocio participaron intermediarios italianos. Además, la justicia vaticana descubrió que dicha secretaría manejaba un fondo secreto de 700 millones de euros y que se usaba de manera irregular el tesoro del Obolo de San Pedro, fondo donde los feligreses donan directamente al Pontífice para sus obras de caridad.

Grabación al Papa

Se trata de facturas falsas sobre la entrega de pan a parroquias que, al parecer, nunca llegó a su destino. La Guardia de Finanza ha ido parroquia por parroquia a verificar la firma que figura en el recibo de entrega y nadie ha reconocido los documentos. La falsificación afectaría a 18.000 kilos de harina. El fiscal del Vaticano ha afirmado que la Caritas local de Ozieri (Cerdeña) estaba controlada por la familia del cardenal Becciu.
Uno de los elementos más inquietantes de la investigación de la Guardia de Finanza es que en el teléfono de una sobrina de Becciu estaba grabada una conversación del cardenal con el Papa Francisco. Se trata de una solicitud de autorización de un pago a la sociedad británica, Inkerman, que debía mediar en el secuestro de una religiosa. Y tiene como fecha el 24 de julio de 2021, pocos días antes de la apertura del juicio actual.
La conversación se ha escuchado en el juicio de hoy, a puerta cerrada. Según ha comunicado el fiscal, durante la llamada «el Papa se muestra sorprendido por los hechos», mientras que el cardenal Becciu siempre ha sostenido que estaba al corriente. También se escucha al cardenal lamentarse de que «usted ya me ha condenado. Es inútil que se haga un proceso».
En un comunicado hecho público a última hora del jueves, los abogados del cardenal Becciu han asegurado que «no tienen constancia de nuevas acusaciones», al tiempo que reitera que «reivindica la propia inocencia, con fuerza y firmeza». Asegura que está dispuesto a «aclarar, con la fuerza de la verdad y con respeto a las instituciones, cualquier posible acusación».
Esta nueva revelación sobre la actuación del cardenal Becciu cuando era sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano se produce pocos días después de una denuncia del exauditor Libero Milone. Este profesional, proveniente de Deloitte, fue despedido de forma anómala en 2017 por el propio Becciu y el comandante de la Gendarmería Vaticana, bajo amenazas de arresto inmediato. Asegura que fue despedido por descubrir las irregularidades del entonces alto cargo vaticano. Ahora exige una indemnización por las acusaciones que en su día se vertieron contra él.

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