Le escribió una carta por su primer aniversario y su novio le corrigió los errores de ortografía

La etapa del noviazgo es importante para todas las parejas que esperan pasar una vida juntos y, en un mundo tan agitado, nada muestra mejor cuánto se valora a un ser amado como una carta escrita a mano. Sean escritores o no, un mensaje que salga directo del corazón conmueve a cualquiera.

Las cartas son una de las opciones perfectas para que las personas enamoradas puedan demostrar cuánto aman a su pareja, sin embargo, algunas veces puede salir mal. En las últimas horas, una joven se hizo viral al compartir en su cuenta de Twitter la reacción de su novio. “Le regalé una carta a mi novio y se puso a corregirme las tildes”, publicó @lula28v, indignada.

Por lo que se llega a apreciar en el breve video, que fue visto por casi dos millones de personas, se llega a leer que la carta era una felicitación luego de que se cumpliera un mes como novios.

La publicación superó los 14 mil retweets, tuvo más de 105 mil Me gusta y se llenó de comentarios debido a que hubo más de 2000 comentarios en que los internautas se comparaban con el novio u opinaban quienes podrían llegar a realizar esa acción.

La reacción del chico fue la menos esperada: se puso los anteojos para leer y miró el texto con la mirada filosa de un profesor; comenzó a corregir los errores ortográficos con una lapicera roja en mano. La joven, sorprendida, lo grabó sin que él tampoco reaccionara ante la cámara.

Entre los miles de comentarios, el chico le respondió con sarcasmo: “Muchas faltas; por eso”. La lluvia de reacciones se dividió entre quienes confesaron sus faltas ortográficas y los que tildaron de frívolo al joven. “No me quejo porque tranquilamente podría ser yo” o “la próxima hacela en Word y pasa el corrector antes, se la mandás por mail” fueron algunos de los mensajes, mientras que otros aseguraron que el novio hizo esto porque así son las personas del signo virgo.

Entre risas, otra joven aseguró “ah, no, lo mato”, otros usuarios calificaron al novio de Ludmila como un ídolo, mientras que otro, un poco más extremista, sostuvo que “después los gorrean y andan llorando ahí”, acompañado con un mensaje más filosófico que aconsejaba “valorar esos detalles” porque “no tienen precio”.

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