Gran Hermano 2022: Juan y Alfa quedaron enfrentados y el público eliminó a uno de ellos

Este domingo, los televidentes tuvieron que decidir quién abandonaba la casa más famosa del país. Los primeros salvados fueron Agustín, Nacho y Daniela

Después de una semana signada por la polémica, este domingo el público tuvo que decidir quién sería el cuarto participante en abandonar la casa de Gran Hermano 2022 siguiendo los pasos de Tomás Holder, Martina Stewart Usher y Mora Jabornisky. Después de que la producción del reality determinara que había habido complot, se eliminaron los votos de Juan Reverdito, Lucila Belén Villar y Juliana Díaz. Por otra parte, a pesar de haber sido la líder de la semana, la Tora no pudo ejercer su derecho a salvar a un compañero al comprobarse que se había sacado intencionalmente el micrófono. Y, finalmente, Walter Santiago fue sancionado por los repudiables comentarios sexuales que le hizo a Coti Romero, así que fue directo a la placa.

De esta manera, quedaron nominados Juan, Daniela Celis, Agustín Guardis, Juan Ignacio Nacho Castañares y Alfa. Y Santiago del Moro abrió el programa a pura tensión. “Se los vio muy bien hoy, si Dios lo permite vamos a hacer una gala lo más linda posible pero es un día difícil”, dijo el conductor, que había mandado chorizos para que los participantes pudieran disfrutar después varios días en los que escaseraron los víveres, en su primera entrada. Y enseguida le preguntó a la Tora a quién hubiera salvado si no le hubiera sacado esa chance, pero ella decidió guardar el secreto.

En la cena de nominados del sábado, en tanto, todos se mostraron tranquilos. “Me veo todos los domingos en placa porque sé que quieren que me vaya”, dijo Juan consultado por Daniela. Nacho también dijo estar confiado de no irse. Y Alfa señaló: “Todo lo que pasa es lo que tiene que pasar”. Agustín, en su tercer placa consecutiva, se mostró fortalecido. Y Celis, tomando el rol de anfitriona, dijo que sentía que tenía gente que la “banca” afuera.

Entonces llegó la hora de ver que había pasado con la prueba semanal por el presupuesto para ir al supermercado, que se llamó Cruzando el charco y consistió en pedalear de a pares en una bicicleta marina que habían instalado en la pileta de la casa durante 24 horas seguidas. La consigna era hacer 69 kilómetros, que es la distancia que separa el puerto de Buenos Aires de Carmelo, Uruguay, y los participantes llegaron a 69,7, con lo cual por primera vez contarán el total de dinero para provisiones. Y todos festejaron.

Pero el nerviosismo volvió cuando del Moro pidió los resultados parciales, para anunciar quién había sido el menos votado por la gente. Y el primer salvado de la noche fue Agustín, quien recibió el 0,78 % de los votos y pudo desarmar su valija para continuar en competencia. “Gracias gente por el apoyo”, dijo el participante a cámara, feliz de haber sido el elegido del público por tercera vez.

En segundo término, el jugador salvado por los televidentes fue Nacho, con el 3, 27 % de los votos parciales. En ese momento, mientras el joven se abrazaba con sus compañeros más cercanos, Juan y la Tora mostraban su disgusto. Y Alfa y Daniela ponían cara de preocupación. Pero la votación continuó para definir quiénes serían los dos que quedarían en la definición final.

Así las cosas, llegó el momento del tercer salvado de la noche. Y la participante que por decisión de la gente continuó en carrera fue Daniela, que recibió el 6,53 % de los votos. De esta manera, se cumplió el deseo de Juan de quedar en el mano a mano con Alfa, con quien estaba abiertamente enfrentado. Y acusó a su compañero de haber hecho bullyng y acoso, cosa que el mayor de los participantes negó.

Finalmente, cuando ya habían superado el millón de votos, del Moro volvió a ingresar a la casa más famosa del país para dar a conocer la decisión del público. Y quien tuvo que abandonar la casa fue Juan, que obtuvo el 88,14 % contra el 11,86 % de Alfa. Reverdito se despidió visiblemente afectado de Nacho, la Tora y Maxi Giudici. Y Walter festejó su continuidad como un verdadero triunfo, mientras Lucila estallaba en cólera.

 

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