Dólar: Todos compran, nadie vende

Según la consultora Sarandí todos compran dolares pero nadie vende. Lo cual es un «cuello de botella» para la economía argentina.

La Argentina entró en la etapa del año de menor oferta, y las condiciones cambiarias tan distorsionadas magnifican esta escasez. Las alternativas de administración en base a restricciones se muestran poco efectivas y las estrategias empiezan a agotarse.

Luego del éxito del Dólar que posibilitó el ingreso de U$S 8.100 millones en liquidaciones de granos y oleaginosas. La merma en el ingreso de dólares comerciales se hace sentir y empiezan a vislumbrarse nubarrones en el horizonte. El Banco Central deja trascender que cuenta con las divisas suficientes para cerrar el programa de dólares, que hoy presenta un evidente desequilibrio de demanda.

El escenario base que barajan puede estar sujeto a contingencias internas y shocks externos. La posibilidad de construir un puente seguro hasta los meses de la cosecha hoy luce poco probable. También parece desgastada la alternativa de mayores restricciones, dada la debilidad política del Gobierno.

El Ministerio de Economía acaba de modificar el régimen de acceso al MULC para empresas importadoras, a partir del nuevo sistema SIRA.

En los hechos, se espera que funcione a partir de un límite cuantitativo mensual estricto. Otro factor que contribuye a erosionar la posición de dólares es el segmento de servicios, que acumuló un déficit superior a los U$S 1.000 millones en cada uno de los últimos tres meses. Con esta dinámica, se encamina a cerrar el año con un déficit bien superior a los U$S 10.000 millones.

El Gobierno enfocó sobre este segmento con dos medidas específicas para reducir la demanda e incrementar la oferta:

• La implementación del Dólar Qatar, que encareció los pagos con tarjeta al exterior (mayormente turismo) con otro adicional de 25%. A pesar de que se mantendrá como la cotización más alta, es posible que modifique poco las conductas de consumo. No todo pago en el exterior se puede cancelar en billetes, además que la compra en el Blue no siempre resulta accesible.

• La reciente alternativa para que el turismo receptivo pueda liquidar operaciones de consumo con tarjeta a la cotización financiera MEP. También por cuestiones de simplicidad y seguridad parece probable que muchos visitantes aprovechen esta modalidad de pago, aumentando en el margen la oferta de  dólares financieros.

 

       

Hay una incompatibilidad entre el nivel actual del PBI per cápita y las cantidades importadas de bienes. No solo influye la tentación de aprovechar el subsidio implícito que reciben las compras en el exterior, dada la elevada brecha cambiaria contra los dólares libres. En los dos últimos años pareció tener lugar un marcado anticipo de importaciones para stockeo por parte de las empresas que utilizan insumos del exterior.

El proceso está signado por la sensación permanente de un BCRA sin reservas, donde todo el tiempo están por implementarse nuevas restricciones y nadie tiene previsión del costo de reposición. Es poco lo que se puede hacer para este comportamiento del sector privado, que es racional evaluando la ecuación económica.

  

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