Descubren el que podría ser el segundo exoplaneta más habitable a 100 años luz de la Tierra

Científicos descubren dos planetas rocosos de un tamaño ligeramente superior al de la Tierra que orbitan estrechamente alrededor de una estrella enana fría y señalan que uno de estos, podría ser el segundo exoplaneta más habitable descubierto hasta el momento.

De acuerdo al portal web RT, la Universidad de Birmingham, mediante un comunicado detalló que las supertierras recién descubiertas orbitan a Speculoos-2 o LP 890-9, la segunda estrella más fría jamás encontrada con planetas a su alrededor y se encuentra a unos 100 años luz de la Tierra.

Gracias a las observaciones efectuadas con el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS siglas en ingles), de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), los expertos lograron identificar el cuerpo astronómico LP 890-9b, un exoplaneta con una superficie un 30 por ciento superior a la terrestre que completa una órbita alrededor de su estrella en solo 2,7 días.

Las investigaciones realizadas con el TESS fueron complementadas con las observaciones de los telescopios Speculoos, especializados en la detección de planetas habitables, orbitando alrededor de estrellas ultrafrías. Como resultado, hallaron el planeta denominado LP 890-9c, su tamaño es de un 40 por ciento más grande que la Tierra y completa su órbita en unos 8,5 días.

Los especialistas sospechan que la segunda supertierra descubierta se encuentra en una zona donde no recibe demasiado calor, ni está expuesto a temperaturas extremadamente gélidas, condiciones necesarias para contener agua líquida en la superficie.

El coautor del estudio, Amaury Triaud, destacó que se debe obtener mayor observación e investigar si el planeta tiene atmósfera, en caso de que sea afirmativo, pues estudiar su contenido y evaluar su habitabilidad.

«Es importante detectar tantos mundos terrestres templados como sea posible para estudiar la diversidad de los climas de los exoplanetas y con el tiempo, estar en condiciones de medir la frecuencia con la que ha surgido la biología en el cosmos», concluyó el astrónomo.

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