Los ruidos del silencio. Por Miguel Ángel de Renzis

Los ruidos son sonidos sin armonía y confusos. Es un silencio que hace mucho ruido.
Es un pueblo, el nuestro, que ve en silencio como la increíble magnitud de los ganapanes de la política y de los tecnócratas de las finanzas fueron destruyendo, lentamente, las condiciones de pleno empleo de los argentinos.
Hay cifras que asustan. Si bien en el 2021 hubo un 25% de aumento en gente que consiguió empleo, esto es aproximadamente, 2.400.000, el país sostiene inactivos mensualmente entre jubilaciones y pensiones, a 6.900.000 personas.
5.900.000 trabajan en empresas privadas. 3.800.000 son empleados públicos nacionales, provinciales y municipales.
18.800.000 personas, en el país de la comida, son pobres, y 4.900.000 están en la indigencia.
Hay 3.000.000 mensuales de planes.
Números que encierran la realidad de la democracia fraudulenta.
En esta sociedad puede aparecer cualquier cachivache con alguna fundación atrás, y sorprender a la mitad del padrón, que hace 40 años atrás no existían.
Se disfrazan de antipolítica y son plagiadores de viejas recetas fracasadas. Pero los jóvenes no lo saben, y se enamoran de su supuesta protesta.
No lo saben porque la prensa canalla y la comodidad de los ganapanes de la política, con dos generaciones de desaparecidos, quebraron la continuidad de la información histórica para la preparación de cuadros.
Este 1° de Mayo solamente aquellos que peinamos canas podemos acordarnos de los años más felices. Ellos no saben que hubo otra Argentina. Y lo que es peor, nadie se lo cuenta.
Pasaron 48 años del último 1° de Mayo de 1974. Pasaron 40 años de la formidable acción de los pilotos en Malvinas, bajando media flota del imperio pirata.
Pero ellos no lo vivieron. Ellos no estaban.
Pero además de romper con nuestras tradiciones y de esconder los momentos de grandeza, son pocos los que saben que la Argentina de Perón nos había colocado como el quinto país en desarrollo atómico, que teníamos el séptimo ejército del mundo, que la Argentina hizo su primera moto, su primer auto, su primer avión de combate, que teníamos la cuarta flota de Marina Mercante del mudo. Y que Aerolíneas Argentinas llegó a ser la quinta empresa aérea del planeta.
Todo eso con el pleno empleo lo destrozaron en el 55. Aparecieron las villas, el desempleo, las huelgas reivindicatorias, las luchas, la cárcel, la persecución y los fusilamientos.
Pero el pueblo siguió diciendo Perón. Y el pueblo siguió diciendo Evita.
Y entre los apresurados y los retardatarios a la inmortalidad de Perón le siguió la desazón, la confusión y el poderoso RUIDO DEL SILENCIO.
A 22 años del siglo XXI, estamos hablando del siglo anterior y los sub 40 no lo saben.
Si el padre o el abuelo no se los contó, si no tuvo la inquietud de averiguarlo, un impresentable poligrillo, preparado en un laboratorio, puede juntar 16.000 personas en Mendoza.
La mediocridad supera al medio pelo jauretcheano. El ruido del silencio desarchiva al hombre que está solo y espera de Scalabrini. El abandono de los veteranos, la ausencia de la generación intermedia y la desinformación de los menores nos sumergen en el cambalache de Discepolin.
El primer día de mayo es el día de los trabajadores. En un país que tiene todo por hacer, hay gente sin trabajo. Esto consolida la democracia fraudulenta.
Si al decir de Evita, donde hay una injusticia hay una necesidad, el país está lleno de injusticia. Por eso hace mucho ruido el silencio de un pueblo agotado.
Pero sería injusto terminar no dejando para los tiempos ardiendo la llama épica de la revolución nacional peronista y cristiana. Si no lo hicimos nosotros, alguien llegará para hacerlo.
Nunca imaginó Perón que en el trono de San Pedro se iba a sentar un Papa peronista. Y sí soñó con que su idea tuviera predicadores en abundancia. Las dos cosas parecen haber salido distintas.
Sin embargo el más grande genio de la política del siglo XX se detuvo a pensar y nos dejó el MODELO ARGENTINO PARA EL PROYECTO NACIONAL.
PERON CUMPLIO.
EVITA DIGNIFICO.
SEAMOS DIGNOS Y CUMPLAMOS CON ELLOS.

 

Miguel Ángel de Renzis es periodista

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *