Rusia afirma que en lo que va de la guerra destruyó más de 2.500 tanques ucranianos

Rusia destruyó más de 2.500 tanques y otros vehículos blindados de Ucrania desde que comenzó la invasión militar el pasado 24 de febrero, informó hoy el Ministerio de Defensa ruso.

«En total desde el inicio de la operación especial han sido destruidos 141 aviones de combate, 110 helicópteros, 583 drones, 269 lanzaderas de misiles, 2.576 tanques y otros vehículos blindados», dijo el portavoz de la institución, el mayor general Igor Konashenkov, en su reporte diario sobre las acciones de combate, citó la agencia de notcias rusa Sputnik.

Según el balance, también fueron neutralizados 287 lanzacohetes múltiples, 1.111 cañones y morteros, así como 2.392 automóviles militares.

En cuanto a las acciones de las últimas 24 horas, el portavoz indicó que los misiles de alta precisión destruyeron 87 instalaciones militares ucranianas, entre ellos 37 centros de mando, 21 almacenes de armas y una batería Buk.

La defensa antiaérea rusa derribó anoche, cuando el conflicto bélico entraba en su día 62, 13 drones ucranianos e interceptó dos misiles Tochka-U.

A lo largo del último día, las tropas rusas han llevado a cabo más de 1.200 misiones en toda Ucrania, añadió el vocero, según recogió la agencia Europa Press.

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa británico dijo hoy que las fuerzas rusas habían tomado la ciudad ucraniana de Kreminna, en la región de Lugansk, después de días de lucha callejera.

“Se informa que la ciudad de Kreminna ha caído y se registran intensos combates al sur de Izium mientras las fuerzas rusas intentan avanzar hacia las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk desde el norte y el este”, dijo el Ejército británico en Twitter.

El Gobierno ucraniano no hizo comentarios sobre este anuncio.

El Estado Mayor de Ucrania dijo que las fuerzas rusas estaban bombardeando Jarkov, la segunda ciudad más grande del país, mientras luchaban por tomar el control total de las regiones de Donetsk y Lugansk, que comprenden el Donbass, en el corazón industrial de Ucrania, y establecer un corredor terrestre hacia Crimea.

En el área de Velika Oleksandrivka, una aldea en la región de Jerson controlada en gran parte por los rusos, las fuerzas ucranianas destruyeron un depósito de municiones y “eliminaron” a más de 70 soldados rusos, dijo el Estado Mayor ucraniano sin dar más precisiones, consignó Europa Press.

El gobernador de la región de Lugansk, Serhiy Haidai, dijo en Telegram que los rusos habían bombardeado a civiles 17 veces en las 24 horas anteriores, y que las ciudades de Popasna, Lisichansk y Girske fueron las que más sufrieron.

A su vez, cuatro personas murieron y nueve más resultaron heridas ayer en el bombardeo ruso de la región de Donetsk, dijo su gobernador Pavlo Kirilenko en Telegram. Una niña de 9 años y un niño de 14 años estaban entre los muertos, añadió.

Además, al menos cinco personas murieron y otras 18 heridas el lunes luego de que un cohete ruso cayó sobre un ferrocarril en la región de Vinnytsia, en el centro de Ucrania.

El jefe de Ferrocarriles de Ucrania, Alexander Kamishin, dio a conocer los ataques y acusó a Moscú de «sistemáticamente» destruir la infraestructura ferroviaria, reprodujo la agencia de noticias AFP.

Jarkov, la segunda ciudad ucraniana, permanece parcialmente rodeada y las fuerzas de Moscú se reagrupan en el sur, pero un intento ruso de avanzar a Zaporiyia, en el este, fracasó, indicó el ministerio de Defensa ucraniano.

Entre tanto, el gobernador de una región rusa fronteriza con Ucrania acusó ayer a Kiev de bombardear un de sus poblados, donde dos civiles resultaron heridos y varias casas dañadas.

«Una aldea fue atacada (…) Está claro que hay civiles heridos», escribió en Telegram Viacheslav Gladkov, gobernador de la región de Belgorod.

En las últimas semanas, Rusia acusó a las fuerzas ucranianas de atacar su territorio, incluyendo dos aldeas en Belgorod y otra en la región de Briansk.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo ayer que confía en que finalmente se impondrá «una negociación de paz» en el conflicto, pero aclaró que si las potencias de occidente siguen dotando de armas y dinero a Ucrania existiría un peligro «real» de una tercera guerra mundial.

«Claro que todo concluirá con un acuerdo, como sucede en cualquier situación que incluye el uso de las Fuerzas Armadas, pero sus términos y condiciones serán determinados por la fase de hostilidades en la que este acuerdo se haga realidad», expuso Lavrov en declaraciones al Canal Uno.

“Todo el mundo está recitando conjuros que en ningún caso podemos permitir la tercera guerra mundial”, dijo.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo en Twitter que los comentarios de Lavrov subrayan la necesidad de Ucrania de ayuda occidental: “Rusia pierde la última esperanza de asustar al mundo para que no apoye a Ucrania. De ahí la charla de un peligro ‘real’ de la tercera guerra mundial. Esto solo significa que Moscú siente la derrota en Ucrania”.

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