La especie fue incorporada al paisaje urbano por el diseñador francés Carlos Thays a finales del siglo XIX. Como director de Parques y Paseos, creó el Jardín Botánico y organizó expediciones al Norte argentino para buscar flora con valor ornamental que pueda habitar en la ciudad. El ibirapitá, el lapacho rosado, el palo borracho acompañaron al jacarandá en un mismo recorrido con el propósito de embellecer aún más las veredas, parques y plazas porteñas. Su implantación demandó una adaptación experimental por las diferencias de temperatura entre la Ciudad y el norte Argentino, su lugar de origen.
La Ciudad a través de las Comunas y la Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado desarrolla un plan de forestación y mantenimiento del arbolado público con un equipo de profesionales provenientes de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Todos los años se realiza la plantación de nuevos ejemplares con el objetivo de incrementar el bosque urbano y asegurar las condiciones de seguridad de las personas.
Para 2021 se planificó plantar unos 16 mil árboles, una cifra que permitirá reponer e incrementar el arbolado. Jorge Fiorentino, ingeniero agrónomo especializado en gestión de arbolado y espacios verdes urbanos, detalló las variables que la Ciudad tiene en cuenta a la hora de elegir los nuevos ejemplares. “El principal factor es la seguridad, lo que deriva de su madera, forma y estructura. La madera de los árboles plantados debe ser resistente y fuerte. El nombre del jacarandá significa precisamente “madera dura”.
Los expertos aportan más información y señalan también que es importante la velocidad de crecimiento y la longevidad; o sea, que se valora dentro de los aspectos la cantidad de años que un ejemplar puede permanecer en pie y ofrecer sus beneficios ambientales. Otro aspecto a tener en cuenta es que las raíces de los árboles posean un desarrollo contenido para que no afecten en demasía las veredas y, con respecto al follaje, que la hoja sea caduca para permitir la sombra en verano y el paso del sol en invierno.
La Dirección General de Espacios Verdes y Arbolado forma parte de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, trabaja para cuidar del bosque urbano porteño, promover su crecimiento saludable y concientizar sobre la importancia de cada uno de sus árboles. A través de esta Dirección General la Ciudad fue reconocida por el programa “Tree Cities of the World 2020” de la Arbor Day Foundation y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura a principios de este año por la gestión del arbolado público porteño.
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