Cinco motivos para elegir el tomate agroecológico

En los últimos años, las producciones alternativas de alimentos avanzan en extensión y diversidad y prometen continuar su crecimiento para lograr abaratar costos y garantizar la provisión de cultivos sin aditivos a poblaciones numerosas. Los efectos adversos de los agroquímicos en la salud y en los suelos vuelcan a las comunidades productoras de todo el país hacia las iniciativas ecológicas y a los consumidores a la búsqueda de vegetales libres de sustancias químicas.

Leonel Mingo, coordinador de campañas de Greenpeace en Argentina, declaró: “Es posible comer sano, rico, sin químicos y sin pagar de más. Conseguir verduras y frutas agroecológicas es cada vez más accesible.Y en el caso del tomate, además, estamos compartiendo cómo hacer para cultivarlo en el hogar y empezar una huerta propia.”

La organización ecologista destacó los principales motivos para seleccionar tomate agroecológico, en relación al ambiente y también al consumidor:
Tienen mejor sabor, más aroma y consistencia
Son más sanos porque no tienen insumos químicos. El control de plagas durante su cultivo se realiza, por ejemplo, mediante la introducción de plantas que las repelen y atraen insectos beneficiosos.
El cultivo sin agroquímicos protege el suelo y evita la contaminación del agua
Utiliza abonos naturales. Incorpora estiércol animal, compost y nutrientes naturales del sustrato.
Contribuye al desarrollo de la producción agroecológica en general, que otorga beneficios para productores y comunidades cercanas.
El tomate es uno de los componentes más habituales en el menú de los argentinos. La producción a nivel nacional para abastecer la demanda durante todo el año se realiza principalmente en invernaderos o invernáculos y en menor proporción, a campo. En general la producción de tomate en Argentina se lleva a cabo en base a aplicaciones de agroquímicos, y esto trae importantes consecuencias ambientales y para la salud. Fomentar el crecimiento del modelo agroecológico tiene además, beneficios adicionales al consumo de esta fruta; a pesar de los mitos que se propagan sobre este modo de producir, la agroecología es capaz de producir a gran escala y con precios competitivos, una gran variedad de vegetales..

Junto al chef y pastelero Damián Betular, Greenpeace lanzó hace dos semanas el tomate challenge, para desafiar a los participantes a compartir cuál es el sabor real de los tomates que tenemos en los hogares habitualmente.

“La agroecología es un modelo con el cual se pueden diseñar y manejar agroecosistemas capaces de producir alimentos en cantidad, con calidad nutritiva. No existe ningún impedimento para ello. Por el contrario, se sabe que los sistemas más biodiversos pueden ser más eficientes, más productivos, más estables y resilientes frente a las crisis climáticas o económicas”, explicó Mingo.

La organización señaló que, además de brindar ventajas para los suelos y los ecosistemas, la agroecología contribuye al desarrollo de las comunidades rurales y la lucha contra la pobreza al garantizar un medio de vida seguro, sano y económicamente viable.

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