Guía contra la angustia para adultos mayores que esperan la segunda dosis de Sputnik V

Por la falta de vacunas y, por ende, el atraso en la aplicaciones, hay muchos adultos mayores que están esperando la segunda dosis de la Sputnik V hace más de 90 días. Esto provoca que muchos de ellos estén preocupados y con miedo.

Los asusta contagiarse y no estar lo suficientemente protegidos contra el virus. No es para menos: ya se reportaron numerosos casos de vacunados con una sola dosis, o incluso dos, que tuvieron que ser hospitalizadas igual. Y. en algunas oportunidad, hasta tener que recibir oxígeno o, incluso, ser intubados.

María Olivieri, que es italiana y tiene 88 años, es una de las mujeres que recibió la primera de Sputnik y que hace más de 90 días que está esperando la segunda dosis. Su hijo Raúl contó a este diario que «ella no sale para nada» y «que la ayuda mi hermana, que es enfermera y tiene ya las dos dosis».

El hijo de María, que vive en Martín Coronado, en un departamento, contó que está «muy preocupado por ella». Dijo que si bien es una mujer que puede aún estar sola, no «está muy conciente sobre todo lo que está pasando con la pandemia».

Raul contó que está «constantemente viendo el mail» y fijándose «la aplicación Vacunar todos los días» para ver si llegue el ansiado turno. «Nosotros la cuidamos un montón y preferimos que no salga hasta que tenga la segunda dosis».

Un trabajador de la salud preparara una dosis de la Sputnik V. Foto: Reuters

Un trabajador de la salud preparara una dosis de la Sputnik V. Foto: Reuters

El caso es sólo un ejemplo de los miles que actualmente ocurren tanto en la Ciudad como en otras provincias. La pregunta es qué efectos psicológicos provoca esto en las personas mayores que esperan su segunda dosis y qué se puede hacer para calmar esas ansiedad y angustia.

El psicólogo Ricardo Rubinstein dice que «la vacunación genera una expectativa de cuidados y de protección contra la amenaza del Covid. Y las personas mayores, debido a que son de riesgo, tienen una expectativa importante que esto se cumpla. Pero cuando esto no ocurre porque se demora la entrega y no se cumplen los plazos, lo que pasa con las personas mayores es que tienen toda una gama de sensaciones: dependiendo de su estado de salud, tienen más o menos angustia, desesperación y otros, enojo. También desconfianza en aquellos que deben protegerlos y cuidarlos».

Flavio Calvo, también psicólogo, explica que «hay muchas consecuencias psicológicas. Una es la caída del estado de ánimo, porque los adultos mayores no viven los tiempos como lo hacemos nosotros. Ellos no tienen tanto tiempo por delante para estar esperando. Hay además una incertidumbre muy grande y la sensación de que no se los cuida. Esto los pone en estado de alerta, con mucha ansiedad, algo que va tener efecto en varios aspectos de sus vidas».

«También hay que tener en cuenta que muchos adultos mayores no tienen la capacidad para andar fijándose en las aplicaciones y los mails. Y sienten que sus vidas dependen de los demás como nunca antes». agregó Calvo.

El último arribo del componente 2 de la Sputnik fue el 29 de junio. Foto: Presidencai

El último arribo del componente 2 de la Sputnik fue el 29 de junio. Foto: Presidencai

Eso mismo siente Marta, que tiene 82 años y vive encerrada en su casa, sin animarse a salir. «Estoy viendo los noticieros todos los días, esperando que digan cuándo va venir la próxima dosis. Porque tengo miedo de salir y contagiarme justo antes. Ya escuché que hubo casos de gente que se contagió con una dosis, y eso no me deja tranquila», apuntó.

¿Cómo ayudarlos?

Flavio Carlos apuntó algunos consejos para que las personas de riesgo que están en esta situación puedan sobrellevar mejor la ansiedad y la angustia que les produce esperar la segunda dosis.

«Yo recomiendo respirar, contando hasta siete. Si este ejercicio se hace dos veces al día, periódicamente, ayuda a controlar la ansiedad. A veces la ansiedad se produce con pensamientos recurrentes que producen miedo. Por eso es importante también expresar estos pensamientos en papel o de otras formas».

Cuenta que también ayuda hacer tareas que pongan la cabeza en otra cosa. Por ejemplo, «pintar mandalas, porque eso ayuda a estar aquí y ahora y no tener que pensar en un futuro catastrófico«.

Y sumó: «Otro ejercicio es buscar cinco cosas que puedo ver, buscar que puedo sentir al tacto, buscar tres que puedo escuchar, buscar dos que puedo oler y buscar una a la que puedo sentirle el gusto. Esto ayuda también nos ayuda a estar en el presente y salir de ese futuro catastrófico».

Por su parte, Ricardo Rubinstein aconseja «mantener los hábitos de vida y de prevención que han tenido hasta ahora, eso ayuda a bajar la ansiedad. Porque de esta forma, a pesar de no tener la segunda dosis, no se contagiaron».

También recomendó estar «conectado y atento con los familiares y con personas allegadas que les permitan, en los intercambio, sostener la espera y la ansiedad». Y sobre los que están excesivamente ansiosos aconsejo que «consulten a un profesional».

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