Caso Maradona| La Junta Médica determinó que Diego falleció mientras dormia

Si bien el informe completo de la Junta Médica que investiga las cusas de la muerte de Diego Armando Maradona se dará a conocer el próximo 3 de Mayo, ya circula un informe preliminar que dan cuenta el margen horario en el que el “10” dejó de existir.

Según el mismo la data de muerte oscila entre o entre las 4:00 y las 6:00 de la mañana y fue a causa de un edema pulmonar, además padecía insuficiencia cardíaca, renal y cirrosis.

Estos detalles, que ya están en poder de los fiscales Patricio Ferrari, John Broyad y Cosme Iribarren, en primer lugar desmiente el testimonio de la enfermera Daiana Madrid quién había declarado que Diego Maradona se había levantado a desayunar y después se encerró, en su pieza y nunca más se despertó.

Por su parte, los forenses apuntan contra el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el jefe de enfermeros, Mariano Perroni.

Creen que son los principales responsables de no haberle dado entidad médica a señales clave de enfermedades preexistentes que padecía el Diez, como las cardiopatías y la cirrosis.

También buscarán avanzar en la responsabilidad de Maximiliano Pomargo, el cuñado de Matías Morla, que era uno de los encargados de cuidar al ex futbolista.

Maradona tenía edemas en varias partes del cuerpo, estaba irascible y llegó a dormir por tres días seguidos. Además estaba hinchado, así también lo declaró uno de los custodios («Chori» Domínguez). El hombre de seguridad dijo que reportó la hinchazón de los últimos tres días de Diego y puso a disposición de la Justicia su celular.

El neurocirujano y la psiquiatra, además, deberán explicar por qué decidieron echar a los acompañantes terapéuticos y por qué no le permitían a los enfermeros tomar los signos vitales o darles -ellos mismos- la medicación al paciente.

«Al león cuando no se lo molesta», la frenaba el entorno cada vez que la enfermera quería darle los fármacos recetados, por la mañana. Por esa razón, debía esperar hasta cinco horas más del horario pautado, cuando se despertaba el Diez.

Según pudieron averiguar los fiscales y consta en el expediente, Maradona padecía una miocardiopatía dilatada con deterioro de la función sistólica del ventrículo izquierdo por el consumo a una droga. Sin embargo, los médicos de cabecera parecían no estar al tanto de que estaban frente a un paciente cardiópata.

Diego no seguía una dieta ni tenía ninguna indicación para prevenir una complicación de ese cuadro. Ni siquiera seguía un plan nutricional acorde, trazado por un profesional.

La insuficiencia cardíaca, renal y la cirrosis generan los mismos síntomas: retención de sodio y agua. La falta de un plan nutricional favoreció al incremento del consumo de sodio, y el corazón de Diego no estaba en condiciones de tolerar esto. Esa habría sido la razón que generó la descompensación y edema pulmonar que terminó con la vida del ídolo.

Los resultados finales del informe son cruciales ya que pueden derivar en nuevas citaciones judiciales y hasta en un cambio de carátula de la causa sobre la muerte del Diez, aunque se descarta el pedido de detenciones en el corto plazo.

El Trabajo de la Junta

La Junta Médica interdisciplinaria se realizó en La Plata, aunque la mayoría de las audiencias  se hicieron a través de Zoom. Trabajaron 10 peritos oficiales y otros 10 de parte.

Su tare consitió en intentar responder los 24 puntos requeridos por los investigadores. Por ejemplo, el estado cardiológico de Maradona y si los médicos estaban al tanto y lo medicaban acorde su afección; si la operación del hematoma subdural era de tal urgencia; si la casa donde murió era adecuada para una internación domiciliaria; y hasta si la dieta del Diez era la adecuada, entre otros puntos.

Es que la Justicia busca desentrañar si la muerte de Maradona se pudo haber evitado y las conclusiones que los especialistas le darán al equipo que comanda el fiscal general de San Isidro, John Broyad, será una radiografía general sobre todo lo que se hizo, o no se hizo, en relación a la salud de Diego.

Los 7 imputados

Leopoldo Luque (39), neurocirujano

En la investigación surge que coordinaba la internación domiciliaria de Diego, que tenía importantes falencias. ​Fue quien operó a Maradona el 3 de noviembre en la Clínica Olivos, de Vicente López, por el hematoma subdural que le detectaron el mismo día en una clínica de La Plata.

En las redes sociales, se reconocía a cargo de su salud, aunque lo negó en la Justicia. Fue quien firmó la externación de Maradona el 11 de noviembre. Tras la muerte del Diez, allanaron su casa y su consultorio.

También quedó complicado por una serie de audios y mensajes que se difundieron, donde queda en claro las fallas en los cuidados del paciente por su acceso al alcohol, las pastillas y hasta la marihuana en los meses previos a su muerte.

Y no sólo fue notificado que es investigado por posible «homicidio culposo», que prevé prisión de 1 a 5 años, sino también por «uso de documento privado adulterado», cuando se probó que falsificó la firma del Diez para solicitar su historia clínica a un sanatorio privado.

Agustina Cosachov (36), psiquiatra

También le allanaron su casa y su consultorio. Era una de las que reportaba periódicamente las novedades de la salud del astro a su familia.

Esta acusada de «falsedad ideológica» por haber asentado en un certificado y en una historia clínica que Maradona, en octubre pasado, se encontraba en buen estado de salud mental, sin ir a visitarlo al country Campos de Roca II, en Brandsen, donde estaba viviendo el DT.

Carlos Daniel «Charly» Díaz (29), psicólogo

​ En los mensajes de WhatsApp entrecruzados con Luque y Cosachov entre el 24 y el 26 de octubre, un mes antes del fallecimiento de Maradona, definieron que la patología que aquejaba al Diez era «demencia alcohólica» con «rasgos de Parkinson». También hablan de que el paciente «está confuso, perdido, rígido».

Dahiana Gisela Madrid (36), enfermera

Recibida de enfermera en la Cruz Roja Argentina, con más de diez años de experiencia y un pasado en Ford Argentina como enfermera laboral, estuvo en la quinta de Tigre durante las últimas horas de Maradona.

​​Admitió ante los fiscales que, a pedido de su jefe Mariano Perroni, había escrito un informe falso para la empresa Medidom en el que constaba que a las 6 de la mañana del 25 de noviembre había intentado controlar al paciente y que él se había negado.

«Hice un reporte en la casa de Maradona, tras haber declarado en la fiscalía porque es lo que me indicó Mariano, el coordinador. Dije que intenté tomarle los signos vitales y él no me dejó, pero la verdad es que eso no pasó«, afirmó.

Ricardo Omar Almirón (37), enfermero

Fue el último del equipo de profesionales de la salud que lo atendía en verlo con vida. Formaba parte, junto a los otros enfermeros y Forlini, del chat de WhatsApp denominado «Tigre».

En ese grupo reportaban todas las novedades sobre Maradona. Allí quedaron evidenciadas algunas falencias de la internación, como una indigestión con vómitos por haber cenado camarones provenzal, la caída en la habitación, las peleas con los médicos, las reiteradas negativas a que lo controlen y hasta un alerta de los profesiones para quedar cubiertos «en la parte legal».

Nancy Edith Forlini (52), médica

​Era la doctora que coordinaba para Swiss Medical todo lo referido a la internación de Maradona en la casa del country San Andrés. Perroni la definió como «la jefa médica del grupo» y su «superior jerárquico».

«Llamen a emergencias para que lo evalúen. Una bomba lo que comieron», dijo en el mismo chat cuando, el 13 de noviembre -a dos días de haber llegado a la casa-, Maradona se indigestó y tuvo vómitos tras comer brócoli y camarones a la provenzal y, pese a ello, se negó a que llegara una ambulancia. Solo se le administró un medicamento.

Mariano Perroni (40), jefe de enfermeros

​En su declaración testimonial (antes de ser imputado), se presentó como el «coordinador administrativo del grupo de enfermería» que atendió a Maradona» y «empleado» de la empresa «Medidom», en la que la prepaga Swiss Medical había tercerizado la atención domiciliaria.

Explicó que sus tareas eran la de «llevar el presentismo, solicitar informes de cambio de guardia y todas cuestiones atinentes a la organización administrativa de personal».

«Quiere dejar en claro que él no tenía a su cargo ningún tipo de implicancia respecto de la salud de Diego, ya que no se encargaba de indicaciones médicas ni de concurrir a la vivienda a realizar algún tipo de actividad de enfermería», señala su testimonial.

También, afirmó que no tenían una historia clínica pero que «el grupo realizaba hojas de enfermería en las cuales se plasmaba los controles de signos vitales, la medicación administrada y cómo se lo observó al paciente en la guardia».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *