Las vacunas fueron el tema central de la Cumbre de Iberoamérica

Presidentes y jefes de Gobierno de América Latina y de la Península Ibérica se pronunciaron este miércoles, la mayoría en forma remota, a favor de democratizar el sistema de reparto de vacunas contra la Covid-19 y de ayudas contundentes de parte de los organismos de crédito internacionales para enfrentar la pandemia y, centralmente, la pospandemia, atento a la caída de las economías de la región.

La pandemia fue el tema central de una inédita Cumbre Iberoamericana semipresencial que se desarrolló en Andorra, en la que la mayoría de los mandatarios latinoamericanos participaron de forma remota.

Al reiterado reclamo de mayor y mejor distribución de vacunas y de un financiamiento futuro acorde a las necesidades de la región se sumó como uno de los puntos centrales el anuncio de España de que donará 7,5 millones de dosis a países de Latinoamérica.

Antes de los mensajes de los mandatarios, presentó su informe de gestión la titular de la Secretaría General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, quien afirmó que Iberoamérica “solo podrá salir de la crisis con apoyo internacional, a través de acceso a vacunas, a través de instrumentos de financiamiento de deudas, a través de más inversión”.

Los participantes presenciales y remotos

Quienes participaron en forma presencial se vieron las caras en Soldeu, una pequeña localidad rodeada de estaciones de esquí en el Principado de Andorra, y los únicos presidentes de la región que habían anunciado que no intervendrían fueron los de Brasil, México y Paraguay, aunque luego se sumaron otros Gobiernos como el de Nicaragua y Venezuela.

De forma presencial estuvieron los presidentes de Guatemala y República Dominicana, en calidad de anfitriones de la anterior y la próxima cumbre, así como los jefes de gobierno de Andorra, Portugal y España, también representado por el rey, Felipe VI.

Vacunas en el centro de la agenda

Uno de los temas clave de esta reunión de 22 países, que marcó tres décadas de estos foros políticos iberoamericanos desde su fundación en 1991, es el acceso a las vacunas contra el coronavirus, cuya administración sigue siendo muy baja en América Latina, con menos del 10% de la población vacunada.

Iberoamérica solo podrá salir de la crisis con apoyo internacional.

Casi en cascada, los discursos de presidentes y jefes de Gobierno se repitieron en sentidos muy similares: mayor acceso, financiamiento, ayuda crediticia y, en menor medida, respaldos al multilateralismo.

Gryspan hizo un llamado al «acceso universal a la vacunación como un bien público global», y a «fortalecer» Covax, el fondo de la ONU para suministrar vacunas contra el coronavirus gratis o con descuentos a países de bajos y medianos ingresos.

América Latina es la segunda región más enlutada del mundo con casi 868.000 fallecidos y 27,3 millones de contagios, y atraviesa ahora un rebrote severo, con récords diarios de muertes y contagios en varios países que, para peor, tienen sus sistemas sanitarios colapsados.

También el papa Francisco se sumó a las voces de los mandatarios para reclamar una «distribución equitativa» de las vacunas y celebrar “las iniciativas que buscan crear nuevas formas de solidaridad a nivel internacional”, según su mensaje enviado a la cumbre.

El pontífice pidió que la distribución «no sea basaba en criterios puramente económicos, sino teniendo en cuenta las necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables y necesitados».

La postura argentina

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, juzgó que «la distribución universal de las vacunas tiene un rol clave en la recuperación pospandemia» y advirtió que, hasta el momento, «no se han distribuido de manera equitativa».

«Debemos ser capaces de diseñar un verdadero tratado internacional sobre pandemia que complemente la actual normativa sanitaria y refuerce el rol de la Organización Mundial de la Salud», expresó Fernández.

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