Informe Especial| Sigue la toma del frigorífico ArreBeef y la tensión crece ante la imposibilidad de solución al conflicto

Pérez Millán es una tranquila y centenaria localidad de unos poco  más de 4000 habitantes. Es la tercera localidad en importancia en el partido de Ramallo, al noreste de la provincia de Buenos Aires. Cobijada desde siempre por la influencia del ferrocarril, desde 1921 la carne comenzó a ser uno de los motores de su incipiente economía.

Fue Don Jaime Borrell quien con su familia se iniciaron en la comercialización del producto vacuno con una pequeña carnicería, que con el correr de las generaciones, evolucionó hasta convertirse en lo que es hoy ArreBeef S.A.

Actualmente, la Compañía, se ubica entre los 4 principales frigoríficos exportadores del país, cuenta con 1.000 trabajadores y desarrolla una faena diaria de 15.000 cabezas.

Es éste frigorífico el que hace unas semanas puso a la ciudad en la agenda pública mediática producto de un paro espontaneo que iniciaron los trabajadores en protesta por la regulación de una situación sindical muy compleja, que implicó la toma del Sindicato y la exigencia a renunciar del representante del delegado de los Trabajadores de Carne de la Zona Norte del territorio bonaerense, Luis Pérez.

(Video Gentileza Julio Profdezona)

A esta tumultuosa situación se le sumó la drástica decisión de su dueño, el empresario Hugo Borrel, que manifestó la decisión de cerrar la Empresa: «Hoy lamentablemente tengo que informarles que ArreBeef ha dejado de funcionar. ArreBeef no va a trabajar más, esta decisión la he tomado yo con una gran pelea familiar. Aunque reciba un llamado del gobernador, el intendente o los sindicatos para que revea la situación, esta situación no se va a revertir venga quien venga. Veré qué hago con la carne que tengo colgada y la hacienda que se está muriendo de hambre en los corrales” anunció en medio del caos.

Para poder entender el difícil contexto que se vive en torno a este conflicto, en CincoDias dialogamos de forma exclusiva con Cristian Cardozo, quien trabaja desde hace más de 30 años en la sección de Logística de la Empresa y refiere que el “problema es complejo, hay desesperanza en los trabajadores y lo más importantes es que detrás de cada uno de ellos ha y familias que dentro de un corto tiempo no tendrán como llevar el pan a su mesa”.

“El conflicto comenzó con un gran descontento gremial de los trabajadores hacia quien era el su represente, el señor Luis Pérez. El mismo llevaba más de treinta años en el poder y manejaba a su beneficio el sindicato. Hace meses que no presentan los balances, guarda bajo siete llaves lo que es el Estatuto del Empleado. No tenemos un nexo entre el empleado y el empleador, lo único que hizo siempre éste representante sindical, en lugar de defender al obrero, fue someterlo y patotearlo. No sabemos que se hace con los miles de millones de pesos que se aporta el trabajador a las arcas del sindicato. No dice en que se gasta esa guita. Luis Pérez nos ha llevado al hastío y lo cierto es que no es una víctima».

“La situación del sindicato es deplorable. No hay ni siquiera aire acondicionado. No tenía ningún beneficio para los afiliados, no tenía convenio con algún hotel para las vacaciones, tampoco centros turísticos, no había prestaciones, no existen consultorios. La gente tiene que atenderse en la Sala de Primeros auxilios, colapsando el sistema de Salud Municipal cuando tiene una Obra Social que debería responder por ello” describe Cardozo y continúa “un socio debería dirigirse unos 100 kilómetros para atenderse o ni hablar si tiene que internarse por alguna urgencia. El Sindicato nunca escuchó estos reclamos ni hizo nada para aportar una solución”.

«Al poder tomar posesión de la oficina sindical nos encontramos con un panorama espantoso: sillas de ruedas abandonadas, remedios oncológicos vencidos, útiles escolares que nunca fueron entregados, guardapolvos con excremento de ratas y amarillentos, comida vencida. Era increíble ver todo abandonado y que nunca llegó al afiliado» relata con pesar.

“Todo esto fue haciendo crecer el enojo en la gente, fue colmando su paciencia e hizo que se juntara en masa a defender estos derechos en la puerta de la oficina sindical, exigiendo en primera instancia elecciones para poder derrocar a Pérez. La única respuesta fue que en época de Pandemia no podían convocar a las urnas” y recuerda que “durante todo los meses de aislamientos pudimos ir a trabajar, entonces es impensado que con barbijo, distanciamiento social y respetando un protocolo no podamos votar. Esto hizo que la gente se sintiera “agarrada para la joda”. Las protestas se encrudecieron y llegamos a la situación actual”.

El presente implica el bloqueo de la planta por parte de los empleados, quienes también agarraron el mando en la sede del Sindicato y se reúsan a retomar tareas si no media un diálogo con los responsables de la Empresa que garantice solucionar el problema. Desoyendo incluso la conciliación obligatoria dictaminada. “El empleado puede equivocarse en los métodos, pero es lo que le sale. Si bien el problema es sindical la gente decidió hacer un paro dentro de las instalaciones” confiesa Cardozo.

Hasta el momento no hay un horizonte que vislumbre el cese de la toma. Las respuestas de las autoridades no aparecen: “El sindicato está tomado, sacaron al Secretario Gremial, pero entendemos que no hay representación sindical de forma legal. Sabemos que se juntaron a dialogar los Empresarios, el Ministerio Provincial de Trabajo, la CGT, incluso la fiscal que entiende en la causa (NR: La Justicia trabaja en una denuncia solicitando se dicte una orden que permita el retiro del boqueo al establecimiento), el Sindicato de la Carne, pero nadie vino a hablar con nosotros. Al día de hoy no tenemos una sola respuesta luego de más de ocho días de protestas” afirma el entrevistado.

En este sentido Cardozo, quien también es Concejal en la Ciudad, explica que el dialogo se corta porque “en un acto de buena voluntad los empleados permitieron el retiro de los casi 1400 animales  que estaban en las instalaciones, los cuales fueron durante todos estos días de protestas cuidados y alimentados por nosotros mismos, e incluso se permitió sacar un camión con unos 25.000 kilos de carne. Además, por pedido de los dueños, se aceptó realizar la toma  fuera de la propiedad privada, todo esto como gesto de buena fe, esperando una devolución que nunca llegó”.

Respecto a las versiones que circulan en referencia al estado de la mercadería que se encuentra dentro del frigorífico sostuvo que “por ahora lo más comprometido son casi 600 mil kilos de carne con hueso, porque al no estar envasada al vacío es la más propensa de perderse. Pero se desconoce porque no hay información de lo que sucede adentro. Por otro lado, hay más de 2 millones de carne procesada, que está en cámaras de frío, conservándose perfectamente” .

Sobre el cierre, Cardozo, relata lo que viven y sienten los empleados, ante este escenario de incertidumbre: “La sensación de quedarse sin trabajo es horrenda. Te sentís desnudo, un Don Nadie. Es una de las sensaciones más feas que puede experimentar un padre de familia. Pienso en esa gente y no sé cómo van a hacer para mirar a sus hijos a los ojos y decirle que no tienen nada para poner arriba de la mesa”.

“No se trata solo de mil trabajadores, detrás de ellos hay familias que implican el motor económico de todo un pueblo” reflexiona y sentencia “la única salida es el dialogo, pero por ahora eso no existe. Pero la esperanza es lo último que el ser humano debe perder, seguimos esperando que alguien se acerque para darnos una solución y poder remontar esta situación tan delicada que nos toca vivir”.

 

 

 

 

 

Para CincoDias por Juan José Postararo

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