Zaffaroni: «Prohibiendo la prostitución estás agravando todo y generando un Estado cafisho que propicia la explotación»

Tras el homicidio de Enzo Aguirre, el joven de 23 años que fue encontrado asesinado en un hotel de Retiro, el ex titular de la Corte Suprema se refirió a la importancia de que el Estado reconozca la existencia del trabajo sexual y encare una política de “reducir daños”, comparó esta problemática con la del aborto y destacó que es necesario que la opinión pública califique este crimen como “crimen de odio”.

“Creo que es indispensable reconocer que existe el trabajo sexual. Frente a  cualquier problema social conflictivo hay dos caminos: Creer que se puede eliminar de forma ilusoria o entender que no se puede eliminar, y hacer una reducción de daños”, remarcó en diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad. Al tiempo que comparó que “con el aborto pasa lo mismo, no lo podemos eliminar, por tanto es necesario encaminar una política de reducción de daños”.

“Salvo que caigas en algo ilusorio creyendo que con la prohibición vamos a eliminar todo… Con la prohibición solo agravás todo, ponés a las personas en manos de cafishos, estás favoreciendo la explotación, y generando todo un problema mucho más grande como la corrupción, generando un Estado cafishio, que justamente vive de la corrupción, la explotación en vez de pagarle a sus funcionarios”, enfatizó durante el ciclo radial No se Puede Vivir del Amor.

De esta forma puntualizó en que los medios de comunicación y la opinión pública deben reconocer el crimen de Enzo Aguirre como un “crimen de odio” al argumentar que “puede que sea un robo, pero es claro que es un crimen de odio también. Esto tiene importancia para calificarlo a la opinión pública, que entiendan que esto no es sólo en contra de este muchacho, sino contra toda una categoría social, contra todo lo que no sea una sexualidad convencional. Creo que el poder de manipulación mediático monopólico u oligopólico en este país es problemático respecto de cualquier sociedad democrática”.

Plantearlo como trabajador sexual confunde porque devalúa a la víctima en la opinión pública, ese es el problema, pero jurídicamente obviamente no tiene ninguna importancia porque aunque haya sido un robo es un homicidio calificado, por lo tanto es perpetua. En algunas pocas noticias leí cómo encontraron a la víctima con las manos atadas a la espalda con precintos, algo que habitualmente se encuentra utilizado en escenas de secuestros, de forma que da la pauta de que esto estaba altamente premeditado”, explicó en entrevista con Franco Torchia.

 

En cuanto al marco legal y normativo, aclaró que “el marco normativo existe, pero el problema es que es un deber ser y hay que llevarlo al plano del ser. Tenemos la ley antidiscriminatoria que agrava todas las penas para los delitos del orden discriminatorio, pero no podemos confundir lo pasional o emocional como si eso disminuiría algo. No toda emoción violenta atenúa, las agravantes y calificantes están pero es una cuestión cultural que hay que entender: El odio en algún segmento minoritario de la sociedad existe y si en los medios se mueve eso, incita”.

Para finalizar explicó que “es un concepto criminológico, no penal. El crimen de odio es por motivación puramente discriminatoria. No interesa la individualidad, sea Juan, Pedro o Felipe, interesa que pertenezca a un grupo discriminado y por tanto en el grupo odiado, el odio se manifiesta en la agresión a esa persona”. “Pero ésta es una agresión que trasciende al grupo, porque la agresión es para la persona agredida, pero también un mensaje para todo el grupo social”, concluyó.

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